El reciente pronunciamiento de la Corte de Casación, con la auto n. 9895 del 11 de abril de 2024, ha planteado una importante cuestión relativa al personal educativo en las escuelas italianas y su derecho a la denominada Tarjeta Electrónica del Docente. Esta sentencia representa un paso significativo hacia el reconocimiento de las competencias y funciones de quienes operan en el sector educativo, más allá de la figura tradicional del docente.
La Corte ha establecido que la Tarjeta Electrónica del Docente, prevista en el art. 1, apartado 121, de la ley n. 107 de 2015, no es exclusiva para el personal docente, sino que también corresponde al personal educativo. Este beneficio económico está destinado a apoyar la formación continua y a valorar las competencias profesionales, permitiendo la adquisición de material o la participación en eventos formativos. Es un reconocimiento que subraya el papel crucial del personal educativo en el proceso de formación de los alumnos, a pesar de que sus funciones sean diferentes a las de los docentes tradicionales.
Instrucción y escuelas - Personal educativo - Art. 1, apartado 121, de la l. n. 107 de 2015 - Tarjeta electrónica del docente - Derecho - Fundamento. En materia de personal escolar, la llamada tarjeta electrónica del docente, prevista, con el fin de apoyar la formación continua de los docentes y de valorar sus competencias profesionales, por el art. 1, apartado 121, de la l. n. 107 de 2015, como beneficio económico utilizable para la adquisición de material o para la participación en iniciativas útiles para la actualización profesional, corresponde también al personal educativo, dado que este, si bien comprometido en una función diferente respecto a la propiamente didáctica y de instrucción, típica del personal docente, participa en el proceso de formación y educación de los alumnos y está sujeto a precisas cargas formativas.
Esta decisión tiene varias implicaciones significativas:
En conclusión, la auto n. 9895 de 2024 representa un importante paso adelante para el personal educativo, afirmando su derecho a la Tarjeta Electrónica del Docente. Este reconocimiento no solo valora las competencias de quienes operan en el sector educativo, sino que también promueve una visión más inclusiva e integrada del personal escolar, fundamental para garantizar una educación de calidad a todos los estudiantes. Es fundamental que las instituciones continúen trabajando para el reconocimiento y la valorización de todas las figuras profesionales que contribuyen al proceso educativo.