La reciente ordenanza n.º 22901 del 19 de agosto de 2024 del Tribunal de Casación arroja nueva luz sobre un tema crucial para los trabajadores autónomos: la obligación contributiva y la correcta interpretación de las rentas a incluir en la base imponible. En particular, la sentencia analiza la distinción fundamental entre rentas de empresa y rentas de capital, aclarando cuáles de ellas deben considerarse a efectos del cálculo de las cotizaciones a la seguridad social.
Según la sentencia, el trabajador autónomo inscrito en la gestión de la seguridad social debe incluir en la base imponible todas las rentas derivadas de su propia actividad empresarial, tal como se establece en el art. 55 del d.P.R. n.º 917 de 1986. Esta disposición normativa subraya que las rentas de empresa son aquellas generadas por el ejercicio de una actividad empresarial, excluyendo, en cambio, las rentas de capital.
Trabajador autónomo - Obligación contributiva - Rentas de empresa - Noción - Rentas derivadas de la participación en sociedades de capital - Cómputo - Exclusión - Fundamento. El trabajador autónomo, inscrito en la gestión de la seguridad social por ejercer una actividad laboral para la cual existen los requisitos para el surgimiento de la tutela de la seguridad social obligatoria, debe incluir en la base imponible sobre la cual calcular las cotizaciones la totalidad de las rentas de empresa tal como definida por la disciplina fiscal, es decir, aquellas que derivan del ejercicio de actividad empresarial (art. 55 del d.P.R. n.º 917 de 1986), quedando excluidas las rentas de capital, tales como aquellas derivadas de la mera participación en sociedades de capital, sin prestación de actividad laboral (art. 44, letra e, del d.P.R. n.º 917 de 1986).
La Corte ha reiterado una distinción fundamental: las rentas de empresa deben calcularse sobre la base de lo efectivamente ganado a través de la actividad laboral. Por el contrario, las rentas de capital, como aquellas derivadas de la mera participación en sociedades de capital, no deben incluirse en la base imponible para el cálculo de las cotizaciones a la seguridad social.
Esta distinción no es solo teórica, sino que tiene impactos prácticos significativos. Los trabajadores autónomos deben ser conscientes de qué rentas declarar para evitar sanciones o problemas con el ente de la seguridad social.
La sentencia n.º 22901 de 2024 representa un importante punto de referencia para los trabajadores autónomos y los operadores del sector legal. Aclara de forma nítida qué tipologías de rentas deben considerarse a efectos contributivos, promoviendo una mayor transparencia y concienciación entre los profesionales. Es fundamental que los trabajadores autónomos se informen y se adecúen a estas indicaciones para garantizar su tutela de la seguridad social y evitar futuras impugnaciones.