La sentencia n.º 18502 de 2024 de la Corte de Casación, presidida por la Dra. A. Scrima y ponente la Dra. I. Ambrosi, aborda un tema de relevante importancia en el ámbito jurídico: la eficacia ejecutiva de la condena provisional tras una reforma por parte de la Corte de Apelación. La corte ha establecido que, una vez reformada en apelación, la condena provisional pierde su naturaleza de título ejecutivo, generando importantes reflexiones sobre las consecuencias prácticas para las partes involucradas.
Según el artículo 539 del Código de Procedimiento Penal (c.p.p.), la condena provisional es una medida que permite al perjudicado obtener una indemnización inmediata a la espera del juicio definitivo. Sin embargo, la misma disposición prevé que dicha condena pueda ser reformada en apelación, generando incertidumbres sobre su eficacia ejecutiva. La Corte, en esta sentencia, aclara que una vez reformada, pierde de forma definitiva su carácter de título ejecutivo, tanto para las resoluciones de mérito como para las relativas a las costas.
En general. La condena provisional a tenor del art. 539 c.p.p., una vez reformada en apelación, pierde eficacia de título ejecutivo, tanto en orden a las resoluciones de mérito como a las relativas a las costas en ella contenidas, en aplicación del art. 336 c.p.c., debiéndose, por otra parte, excluir que, a raíz de la casación de la resolución de apelación con remisión al juez civil ex art. 622 c.p.p., la nueva estimación de la originaria demanda indemnizatoria comporte la reviviscencia de la eficacia ejecutiva del título definitivamente caducado, pudiendo tan solo fundamentar el derecho a una nueva ejecución forzosa.
Este principio ha sido aplicado en el caso analizado, donde la Corte ha confirmado el rechazo de la oposición al decreto de pago por intereses referente a la devolución de sumas abonadas a raíz de una condena provisional reformada. Se ha considerado que la casación de la sentencia penal de apelación, que había absuelto a los imputados, no tenía efectos sobre los derechos civiles ligados a la condena provisional reformada.
La sentencia n.º 18502 de 2024 representa una importante aclaración en materia de condena provisional y sus efectos ejecutivos. La Corte de Casación, con esta decisión, ha reforzado el principio según el cual la reforma en apelación de una condena provisional no solo determina la pérdida de eficacia como título ejecutivo, sino que también impone la necesidad de iniciar un nuevo procedimiento para obtener la indemnización. Este aspecto se vuelve crucial para los abogados y sus representados, ya que subraya la importancia de considerar atentamente las implicaciones de una condena provisional en sede de apelación.