Enfrentar una separación conyugal es un camino complejo, que se vuelve aún más delicado cuando el patrimonio a dividir incluye bienes de lujo como relojes de prestigio, obras de arte, coches clásicos o colecciones de valor. Estos activos no solo representan una inversión económica, sino que a menudo conllevan un significativo valor afectivo y personal. Comprender cómo la ley regula su división es el primer paso para proteger sus intereses de manera estratégica y consciente. Como abogado matrimonialista en Milán, el abogado Marco Bianucci asiste a sus clientes en la gestión de estas complejas dinámicas patrimoniales, garantizando un enfoque que combina competencia legal y máxima confidencialidad.
La división de bienes de lujo depende enteramente del régimen patrimonial elegido por los cónyuges. En Italia, las dos opciones principales son la comunidad legal de bienes y la separación de bienes. En el régimen de comunidad, que se aplica automáticamente en ausencia de un convenio diferente, todas las adquisiciones realizadas por los cónyuges durante el matrimonio, incluso por separado, entran en el patrimonio común. Hacen excepción los llamados 'bienes personales', como los recibidos por donación o herencia, los bienes de uso estrictamente personal y los necesarios para el ejercicio de la profesión. Por el contrario, con la separación de bienes, cada cónyuge mantiene la titularidad exclusiva de los bienes adquiridos incluso después del matrimonio.
En el contexto de una separación, la distinción entre bien común y bien personal es crucial. Para un bien de lujo, demostrar que se trata de un bien personal (por ejemplo, un reloj heredado o una obra de arte recibida en donación de un familiar) es fundamental para excluirlo de la división. La prueba puede aportarse a través de documentación específica como actos de donación, testamentos, facturas de compra a nombre únicamente de uno de los cónyuges y pagadas con fondos personales preexistentes al matrimonio. La trazabilidad de los flujos financieros utilizados para la adquisición adquiere así una importancia estratégica.
La división de patrimonios de valor requiere un análisis meticuloso y una estrategia a medida. El enfoque del abogado Marco Bianucci, abogado matrimonialista con consolidada experiencia en Milán, se centra en tres pilares fundamentales. El primero es una detallada reconstrucción del patrimonio, destinada a identificar correctamente qué bienes entran en la comunidad y cuáles deben considerarse personales. El segundo es la asignación a peritos técnicos cualificados para obtener una estimación objetiva e imparcial del valor de mercado de cada activo individual. Finalmente, se persigue la vía negocial para alcanzar un acuerdo equitativo que, siempre que sea posible, evite una larga y costosa batalla legal, tutelando al mismo tiempo el valor del patrimonio frente a divisiones forzadas y desventajosas.
Si los relojes fueron adquiridos durante el matrimonio en régimen de comunidad de bienes, se consideran patrimonio común y deben dividirse al 50%. La división puede realizarse asignando relojes específicos a cada cónyuge (previa pericia que acredite el valor equivalente), vendiendo la colección y repartiendo el producto de la venta, o con la asignación a un cónyuge que liquidará al otro el valor de su cuota.
No. Los bienes recibidos por herencia o donación se consideran bienes personales a efectos del artículo 179 del Código Civil. Por lo tanto, una obra de arte heredada por uno de los cónyuges, incluso durante el matrimonio, sigue siendo de su exclusiva propiedad y no entra en la comunidad legal a dividir.
La ocultación de bienes que forman parte de la comunidad legal es un acto ilícito. Si se descubre que un cónyuge ha ocultado bienes de lujo, es posible iniciar una acción legal para solicitar la reconstitución de la comunidad o, si el bien ya ha sido vendido, la restitución del valor correspondiente a su cuota. Las investigaciones patrimoniales precisas son esenciales en estos casos.
La división de bienes de lujo en una separación requiere competencia, precisión y una visión estratégica. Si se encuentra ante esta delicada situación, es fundamental confiar en un profesional experto para una evaluación clara de sus derechos y de las opciones a su disposición. Póngase en contacto con el Despacho de Abogados Bianucci en via Alberto da Giussano, 26 en Milán para analizar su caso específico y definir el camino más eficaz para la protección de su patrimonio.