El fin de un matrimonio es un momento de profunda incertidumbre, no solo emocional sino también económica. La preocupación por el futuro, la estabilidad de los hijos y la división del patrimonio construido juntos son cuestiones complejas que requieren lucidez y una guía experta. Comprender cómo estructurar los acuerdos económicos es el primer paso para afrontar esta transición con mayor serenidad y conocimiento. Como abogado de divorcios en Milán, el Dr. Marco Bianucci acompaña a sus clientes para garantizar que cada aspecto patrimonial se gestione con la máxima atención, transparencia y previsión, transformando un momento de crisis en una base sólida para el futuro.
Un acuerdo de divorcio eficaz no se limita a establecer el importe de una pensión. Debe ser un documento completo que analice y regule de manera justa y sostenible todos los componentes del patrimonio conyugal. Una negociación minuciosa previene futuros litigios y garantiza que las decisiones tomadas hoy sigan siendo válidas y justas con el tiempo. Los aspectos fundamentales a considerar incluyen diversos elementos, cada uno con sus propias implicaciones legales y prácticas.
La gestión de la casa familiar es a menudo el nudo más delicado, especialmente en presencia de hijos. La ley protege principalmente el interés de la prole menor de edad o no autosuficiente, previendo la asignación del inmueble al progenitor custodio. Sin embargo, es esencial definir claramente las cuestiones accesorias: quién se hará cargo de los gastos ordinarios y extraordinarios, de la hipoteca restante y qué sucederá con el inmueble al alcanzar la mayoría de edad de los hijos. Un acuerdo bien redactado regula estos aspectos para evitar futuras incomprensiones.
La comunidad de bienes se disuelve con el divorcio, haciendo necesaria una detallada división de cuentas corrientes, depósitos de valores, pólizas de seguro y otros instrumentos financieros. Es fundamental proceder a una reconstrucción precisa del patrimonio común, distinguiéndolo del patrimonio personal de cada cónyuge. Este proceso requiere un análisis detallado para asegurar una distribución que respete los derechos de ambas partes, considerando también bienes muebles de valor como automóviles, obras de arte o mobiliario.
La normativa italiana prevé derechos específicos para el cónyuge económicamente más débil. En determinadas condiciones, el ex cónyuge tiene derecho a una parte del TFR acumulado por el otro durante el matrimonio. Del mismo modo, puede tener derecho a la pensión de viudedad en caso de fallecimiento del ex cónyuge. La evaluación de estos derechos es compleja y depende de varios factores, entre ellos, la titularidad de una pensión de divorcio y la duración de la relación matrimonial. Es un aspecto crucial que no debe pasarse por alto en el acuerdo final.
La pensión de divorcio tiene una función asistencial, compensatoria y equiparadora, destinada a reequilibrar la disparidad económica creada a raíz del divorcio. Su importe no es automático, sino que lo establece el juez o lo acuerdan las partes basándose en criterios rigurosos, como la duración del matrimonio, las condiciones económicas de los cónyuges y la contribución personal y económica de cada uno a la vida familiar. Una alternativa es la liquidación una tantum, un pago único que cierra definitivamente toda relación económica entre los ex cónyuges.
El enfoque del Dr. Marco Bianucci, abogado experto en derecho de familia en Milán, se basa en la búsqueda de soluciones concretas y sostenibles. El objetivo principal no es alimentar el conflicto, sino guiar a las partes hacia un acuerdo justo y consciente, preferiblemente a través de herramientas como la negociación asistida. Este método permite reducir los tiempos, los costes y el impacto emocional del divorcio, manteniendo el control sobre las decisiones que influirán en el futuro. En el bufete de Via Alberto da Giussano, 26, cada caso se analiza estratégicamente para identificar la solución más adecuada para proteger el patrimonio y garantizar la estabilidad económica del cliente y de los hijos.
En presencia de hijos menores o mayores no económicamente autosuficientes, el juez tiende a asignar el derecho de habitación en la casa familiar al progenitor con el que los hijos vivirán de forma estable. Este derecho prescinde de la propiedad del inmueble y tiene como único fin la protección del interés de la prole a mantener su hábitat doméstico.
Las cuentas corrientes conjuntas, al formar parte de la comunidad de bienes, se presumen propiedad de ambos cónyuges en partes iguales. En el momento del divorcio, las sumas presentes en la cuenta se dividen al 50%, a menos que uno de los cónyuges logre demostrar que las sumas derivan de fuentes de ingresos exclusivamente personales.
Sí, a condición de que usted sea titular de una pensión de divorcio y de que la relación laboral de la que deriva el TFR haya surgido y, al menos en parte, se haya desarrollado durante el matrimonio. La cuota correspondiente es el 40% de la indemnización total referida a los años en que la relación laboral coincidió con el matrimonio.
La elección depende de la situación específica. La pensión mensual ofrece un apoyo continuo pero puede modificarse en el futuro si cambian las condiciones económicas de las partes. La liquidación única, en cambio, cierra toda relación económica de forma definitiva, ofreciendo certeza y autonomía, pero implica la renuncia a cualquier futura pretensión económica, incluida la pensión de viudedad y la cuota del TFR.
Definir los acuerdos patrimoniales en un divorcio requiere competencia, estrategia y sensibilidad. Para proteger sus derechos y construir un futuro económico sereno, es fundamental confiar en un profesional que pueda guiarle en las decisiones más correctas. Si está afrontando una separación o un divorcio en Milán y desea una consulta clara y detallada, póngase en contacto con el Bufete de Abogados Bianucci. El Dr. Marco Bianucci, con consolidada experiencia como abogado de divorcios, está a su disposición para analizar su situación y definir la mejor estrategia para la protección de su patrimonio.