Si su búsqueda le ha llevado a buscar el "mejor abogado de divorcios", es porque es consciente de que esta fase final requiere no solo competencia, sino también una visión estratégica clara. El divorcio es el acto que define de forma permanente su futuro económico y personal. En este contexto, el concepto de "mejor" no es absoluto. El mejor profesional para usted es aquel que sabe unir al rigor técnico una lucidez estratégica, guiándole hacia la solución más eficaz para proteger su patrimonio y sentar bases sólidas para el futuro.
El Estudio Jurídico Bianucci no ofrece respuestas genéricas, sino un enfoque dirigido. Nos proponemos como el socio legal que, con pragmatismo y determinación, le asistirá en el cierre definitivo del capítulo matrimonial, transformando un camino complejo en un itinerario claro, definido y orientado al mejor resultado posible para usted.
La gestión de un caso de divorcio requiere un enfoque que integre rigor jurídico, habilidad negociadora y una profunda comprensión de las dinámicas humanas.
Un abogado de divorcios cualificado no se limita a la redacción de documentos, sino que elabora una estrategia de 360 grados.
El ordenamiento jurídico prevé dos caminos alternativos para llegar a la disolución del matrimonio.
Esta opción es viable cuando los ex cónyuges han alcanzado un acuerdo total sobre todos los aspectos. Con el apoyo de su abogado de divorcios, se redacta una solicitud compartida que se presenta ante el Tribunal. El proceso se acelera considerablemente: una vez presentada la solicitud, el Tribunal pronuncia la sentencia de divorcio en el plazo de aproximadamente un mes, sin necesidad de audiencias ni comparecencia de las partes.
Se adopta este procedimiento en ausencia de acuerdo. Uno de los cónyuges inicia un litigio legal propiamente dicho. El proceso es más largo y complejo: tras una primera audiencia en la que el juez intenta una conciliación y establece medidas provisionales, se abre la fase de instrucción para la adquisición de pruebas. La duración puede extenderse de 6 a 8 meses hasta 1 o 2 años o más, dependiendo del nivel de conflictividad y de la complejidad del caso.
El divorcio introduce nociones legales específicas que es esencial comprender para tomar decisiones informadas.
A diferencia de la pensión de alimentos prevista en la separación, la pensión compensatoria ya no sirve para garantizar el mismo nivel de vida disfrutado durante el matrimonio.
Como han aclarado las Secciones Unidas de la Cassazione, su naturaleza es compleja y cumple una triple función: asistencial, si uno de los ex cónyuges no tiene medios para mantenerse autónomamente; compensatoria, para reequilibrar las condiciones económicas alteradas por el divorcio; y resarcitoria, para reconocer el valor de los sacrificios profesionales y de la contribución dada por un cónyuge a la familia y a la carrera del otro.
Su determinación es uno de los aspectos más técnicos y delicados que su abogado de divorcios debe gestionar.
Las condiciones pactadas en sede de separación suelen confirmarse, pero pueden revisarse si han cambiado las necesidades de los hijos o las situaciones económicas de los padres. La custodia compartida sigue siendo el modelo de referencia. La obligación de contribuir a la manutención de los hijos (tanto para los gastos ordinarios como para los extraordinarios) continúa hasta que alcancen su independencia económica.
El derecho a habitar en la vivienda familiar, concedido al progenitor en cuya custodia se encuentren los hijos, cesa en el momento en que los hijos se vuelven económicamente independientes y autosuficientes, o si se trasladan permanentemente a otro lugar.
Para las parejas que ya han alcanzado un acuerdo completo, esta herramienta constituye la vía más eficiente para formalizar el divorcio.
El acuerdo se alcanza y formaliza íntegramente en los despachos de abogados, con la asistencia obligatoria de un abogado de divorcios por parte, y adquiere plena eficacia jurídica en pocas semanas, evitando por completo el paso por el Tribunal.