La publicación de fotografías de los propios hijos en redes sociales es un gesto común, a menudo dictado por el orgullo y el deseo de compartir momentos felices. Sin embargo, cuando una pareja se separa, esta acción puede convertirse en un terreno de conflicto, planteando complejas cuestiones legales relativas al derecho a la propia imagen y a la privacidad del menor. La gestión de la vida digital de los hijos requiere una responsabilidad compartida, que debe mantenerse incluso después del fin de la relación conyugal. Como abogado experto en derecho de familia en Milán, el abogado Marco Bianucci aborda estas situaciones con el objetivo principal de salvaguardar el bienestar del niño, mediando entre las posturas de los padres y, si es necesario, interviniendo con los instrumentos legales más eficaces.
La ley italiana es muy clara en la protección de la imagen y la confidencialidad de los menores. El principio fundamental es que la publicación de una fotografía de un hijo menor de edad requiere siempre el consentimiento de ambos padres, incluso si están separados o divorciados. Esta obligación se deriva de un conjunto de normas, entre las que se incluyen el artículo 10 del Código Civil sobre el derecho a la propia imagen y los artículos 316 y 337-ter, que regulan la responsabilidad parental. La jurisprudencia ha reiterado constantemente que la decisión debe tomarse de común acuerdo, situando el interés superior del menor como criterio rector. Cualquier publicación que pueda ser perjudicial para el niño, que lo exponga a riesgos como el ciberacoso o que vulnere su dignidad, se considera ilícita, independientemente del consentimiento de uno de los dos padres.
El enfoque del abogado Marco Bianucci, abogado de familia en Milán, se centra en una estrategia específica y progresiva. El primer paso es siempre intentar una resolución extrajudicial, promoviendo el diálogo entre los padres para alcanzar un acuerdo que establezca reglas claras sobre la gestión de la imagen online de los hijos. Cuando el diálogo no es suficiente, se procede con una advertencia formal, intimando al progenitor incumplidor la retirada inmediata de las imágenes y la abstención de futuras publicaciones no consensuadas. Si incluso este paso no surte efecto, el despacho inicia una acción legal a través de un recurso de urgencia ante el Tribunal competente. El objetivo es obtener una orden judicial que ordene el cese de la conducta lesiva y, en los casos más graves, prevea sanciones económicas (amonestaciones o indemnizaciones) de conformidad con el art. 709-ter del Código de Procedimiento Civil, en protección del menor.
El primer paso es solicitar formalmente y por escrito la retirada de los contenidos. Si la solicitud es ignorada, es necesario enviar una advertencia legal a través de un abogado. Si la conducta persiste, es posible presentar un recurso ante el Tribunal para obtener una orden judicial de retirada y una prohibición de futuras publicaciones, además de posibles sanciones para el progenitor que actuó sin consentimiento.
La ley requiere el consentimiento de ambos padres hasta la mayoría de edad del hijo. Sin embargo, la Convención de Nueva York sobre los derechos del niño subraya la importancia de escuchar la opinión del menor, especialmente si ha cumplido 12 años o tiene una capacidad de discernimiento adecuada. Un padre siempre debe considerar la voluntad del hijo antes de publicar sus imágenes, aunque el consentimiento legal corresponda a los padres.
Sí, absolutamente. Si un progenitor se dirige al Tribunal, el juez puede emitir una orden específica que prohíba a ambos padres publicar imágenes del hijo en redes sociales sin el consentimiento escrito del otro. También puede ordenar la eliminación de todas las fotos ya publicadas y establecer una sanción económica por cada futura infracción.
Además del potencial conflicto entre padres, los riesgos son significativos. La sobreexposición mediática (el llamado 'sharenting') puede perjudicar la privacidad y la reputación futura del menor, exponerlo al ciberacoso, al 'grooming' online o al uso indebido de sus imágenes por parte de terceros malintencionados. Crear una 'huella digital' para un niño sin su consentimiento puede tener consecuencias a largo plazo en su vida personal y profesional.
Si está afrontando un desacuerdo sobre la publicación online de imágenes de su hijo y considera que sus derechos y, sobre todo, su bienestar están en riesgo, es fundamental actuar con prontitud. El Despacho de Abogados Bianucci, con sede en Milán en via Alberto da Giussano 26, ofrece asesoramiento y asistencia legal para gestionar estas delicadas controversias. El abogado Marco Bianucci puede proporcionarle la asistencia necesaria para definir la estrategia más adecuada a su caso específico. Contactar con un abogado experto en derecho de familia es el primer paso para garantizar la serenidad y la protección que su hijo merece.