Si su búsqueda en línea le ha llevado a escribir "mejor abogado matrimonialista", es porque está atravesando un momento de profunda vulnerabilidad y siente la necesidad de confiar en la máxima competencia y sensibilidad. Comprendemos perfectamente esta necesidad. Sin embargo, en el derecho de familia, el concepto de "mejor" adquiere un significado único. El mejor abogado no es quien promete batallas a toda costa, sino quien sabe construir soluciones para proteger el futuro, especialmente el de los hijos. Es un aliado que debe unir la firmeza legal a una profunda comprensión humana, para guiarle con equilibrio a través de la tormenta emocional de una separación.
El Despacho de Abogados Bianucci se propone como este tipo de socio. No pretendemos ser los "mejores" en sentido absoluto, sino que nos esforzamos cada día por ser los mejores para usted: el punto de referencia seguro que le ayudará a gestionar la crisis con lucidez, poniendo siempre en el centro su dignidad y el bienestar de sus hijos, para sentar las bases de un nuevo y más sereno capítulo de su vida.
"Las palabras son piedras", dice un proverbio. En el derecho de familia, esta afirmación es una verdad absoluta. Las palabras que se eligen, las estrategias que se establecen y los objetivos que se persiguen pueden erigir muros infranqueables o construir puentes hacia el futuro. Nuestro método, que guía nuestro trabajo como abogados matrimonialistas, se basa en la profunda convicción de que el conflicto exacerbado nunca es la respuesta, sino solo una forma de infligir sufrimiento adicional.
Comprender el itinerario que está a punto de emprender es su derecho. A continuación, las principales diferencias entre las dos vías (en una síntesis que no agota la complejidad de la materia).
Es el camino de la responsabilidad y la autodeterminación.
¿Quién participa? Los cónyuges, asistidos cada uno por su propio abogado (o por un único abogado matrimonialista), que trabajan juntos para un objetivo común.
¿Qué sucede? Se negocian y se establecen todos los términos: custodia y lugar de residencia de los hijos, tiempos de permanencia, contribución al sustento de los hijos y del cónyuge, asignación de la casa familiar. El acuerdo se formaliza en una solicitud conjunta.
Las etapas:
Plazos: Normalmente, aproximadamente 1 mes desde la fecha de presentación de la solicitud.
Es la vía obligada cuando el desacuerdo es insalvable.
¿Quién participa? Los cónyuges como "partes contrapuestas" (demandante y demandado), sus respectivos abogados, el Juez y, a veces, peritos (CTU), Curador especial del menor y Servicios Sociales. Aquí la experiencia de un abogado de divorcios acostumbrado a los litigios es fundamental.
¿Qué sucede? Uno de los cónyuges inicia la causa contra el otro, pidiendo al Juez que establezca las condiciones de la separación. Se abre un verdadero proceso.
Las etapas:
Plazos: Muy variables, desde un mínimo de 6-8 meses hasta 1-2 años, dependiendo de la litigiosidad y la complejidad del caso. A veces pueden ser incluso superiores.
Como abogado de familia con una sólida experiencia, el Abg. Bianucci considera esencial que sus clientes comprendan los términos y principios fundamentales que regirán su futuro.
Custodia compartida: Es la modalidad que la ley privilegia. No significa que el hijo dividirá su tiempo exactamente a la mitad entre los progenitores. Significa que ambos mantienen la responsabilidad parental y deben tomar juntos las decisiones más importantes (escuela, salud, educación). El niño es luego colocado predominantemente en casa de uno de los dos progenitores (el "progenitor custodio"), estableciendo un calendario de visitas para el otro.
Custodia exclusiva: Es una medida excepcional que el juez adopta solo si la custodia compartida resulta "perjudicial para el interés del menor". La jurisprudencia la aplica en casos de manifiesta inadecuación de un progenitor: violencia, ausencia afectiva total, grave incapacidad de cuidar al hijo. Incluso en esta hipótesis, el progenitor no custodio conserva el derecho-deber de vigilar su crecimiento.
Custodia super exclusiva (o reforzada): Es una medida aún más rara, dispuesta en casos de particular gravedad del progenitor no custodio. En esta forma, el progenitor custodio tiene el poder exclusivo de decidir sobre todas las cuestiones relativas a la salud, educación y formación del hijo, sin tener que consultar al otro progenitor. Se diferencia de la custodia exclusiva en que excluye completamente al otro de las decisiones, pudiendo incluso limitar el derecho de visita en los casos más graves.
Los hijos tienen derecho a mantener un nivel de vida similar al que tenían cuando los progenitores vivían juntos.
El importe no es una "cifra fija", sino que es determinado por el juez (o acordado entre las partes) evaluando cuidadosamente diversos factores:
A esta contribución se suman los gastos extraordinarios (ej. viajes de estudios, tratamientos médicos especializados), que suelen dividirse al 50% o en función de los ingresos.
Una de las distinciones cruciales que un abogado de divorcios experto debe ilustrar se refiere a la diferencia entre la pensión de alimentos en fase de separación y la de divorcio.
Pensión de alimentos (en la separación): La separación no disuelve el matrimonio, pero suspende algunos de sus efectos. Permanece un deber de asistencia material. Esta pensión se debe al cónyuge económicamente más "débil" que no tiene ingresos suficientes para mantener el nivel de vida disfrutado durante el matrimonio. No se debe si la separación le ha sido "imputada" por culpa.
Pensión de divorcio (después del divorcio): Con el divorcio, todo vínculo matrimonial cesa. La pensión ya no tiene la función de garantizar el mismo nivel de vida. Como establecieron las Secciones Unidas de la Casación, su naturaleza es compleja: asistencial (si el excónyuge carece de medios adecuados), compensatoria (para resarcir los sacrificios profesionales realizados por la familia) y paliativa (para equilibrar las condiciones económicas post-divorcio). Se evalúan, en resumen, la duración del matrimonio, la contribución a la familia y al patrimonio común, y las razones que llevaron al fin de la relación.
La casa no se da en "propiedad", sino como derecho de habitación.
El principio rector es uno solo: el interés de los hijos a no sufrir el shock de una mudanza, permaneciendo en el entorno en el que han crecido.
Por este motivo, la casa se asigna de norma al progenitor en cuya casa los hijos (menores o mayores de edad no autosuficientes) están colocados.
Este derecho cesa cuando los hijos se vuelven económicamente autónomos o se mudan permanentemente, o si el progenitor asignatario deja de habitarla.
Para las parejas que han llegado a un acuerdo en todo y buscan una solución rápida y reservada, la ley pone a disposición un instrumento muy eficaz: la Negociación Asistida.
¿Cómo funciona? Es un acuerdo por el cual las partes se comprometen a colaborar lealmente para resolver su situación, asistidas obligatoriamente cada una por su propio abogado. Todo el procedimiento se desarrolla en los despachos de abogados.
¿Cuáles son los beneficios?
Una vez firmado, el acuerdo se transmite a la Fiscalía de la República para obtener la Autorización (en presencia de hijos) o el Nulla Osta (para parejas sin hijos).
A partir de ese momento, el acuerdo adquiere la misma eficacia que una sentencia del Tribunal.
Es la solución que un abogado matrimonialista y de divorcios moderno debe conocer y proponer para ofrecer el servicio más eficiente a sus clientes.