La reciente sentencia n. 30625 del 1 de julio de 2024, depositada el 26 de julio del mismo año, ofrece una importante reflexión sobre el principio de la prohibición de "reformatio in peius" en el contexto del recurso de apelación penal. Este principio, previsto en el artículo 597 del Código de Procedimiento Penal, establece que el juez de apelación no puede agravar la situación del imputado que ha interpuesto recurso, a menos que existan condiciones específicas que justifiquen tal decisión.
En el caso en cuestión, el sujeto imputado, M. P., había impugnado una sentencia de primera instancia, en la que se habían reconocido circunstancias atenuantes. Sin embargo, el juez de apelación, si bien reconoció la prevalencia de las circunstancias atenuantes sobre las agravantes, operó una reducción de la pena que, para una de las atenuantes, resultó inferior a la establecida en primera instancia. Este comportamiento fue considerado ilegítimo por la Corte de Casación.
REFORMATIO IN PEIUS - Recurso de apelación del solo imputado - Reconocimiento de la prevalencia de las circunstancias atenuantes sobre las agravantes - Reducción de pena para una de las atenuantes menor que la determinada en primera instancia - Legitimidad - Exclusión. Viola la prohibición de "reformatio in peius" el juez de apelación que, a raíz de la impugnación del solo imputado, reconociendo la prevalencia de las circunstancias atenuantes sobre las agravantes, disminuya globalmente la pena impuesta, operando sin embargo, en relación a una de las mencionadas atenuantes, una reducción inferior a la determinada en primera instancia.
La prohibición de reformatio in peius es un principio fundamental del derecho penal italiano, destinado a garantizar que el imputado no pueda encontrarse en una situación de desventaja a raíz de un recurso de apelación que él mismo ha interpuesto. En este contexto, la sentencia comentada reafirma la importancia de respetar dicho principio, subrayando que la reducción de la pena no puede resultar inferior a la ya establecida en primera instancia, ya que esto comportaría una violación del derecho a la defensa.
La sentencia n. 30625 de 2024 representa una importante confirmación del principio de la prohibición de reformatio in peius, reafirmando la necesidad de un equilibrio entre las circunstancias atenuantes y agravantes en la determinación de la pena final. Esta decisión de la Corte de Casación no solo aclara las dinámicas de aplicación del derecho penal, sino que también reitera el valor fundamental de la protección de los derechos del imputado en el proceso penal, garantizando que cada decisión esté justificada y sea respetuosa de las normas vigentes.