Con la decisión n. 8927 del 28 de enero de 2025 (depositada el 4 de marzo), la VI Sala Penal de la Corte de Casación vuelve sobre el tema de los autos de archivo que, si bien declaran extinto el delito por prescripción, formulan juicios de culpabilidad. Siguiendo la estela de la sentencia del Tribunal Constitucional n. 41/2024, los jueces de legitimidad definen tales autos como "anómalos" y, por lo tanto, inmediatamente recurribles en casación cuando no sea factible la oposición ex art. 115-bis c.p.p. Un giro relevante para todos los operadores penalistas.
El archivo se rige por los arts. 408 y ss. c.p.p. y presupone, por norma, una ausencia de razones para ejercer la acción penal. La prescripción, en cambio, es declarada por el juez ex art. 129 c.p.p. cuando el hecho ya no puede ser perseguido por transcurso del tiempo. Tras la reforma Cartabia (d.lgs. 150/2022) se introdujo el art. 115-bis c.p.p., que permite oponerse a los autos de archivo "incriminatorios" en un plazo de 15 días. Pero, ¿qué ocurre con los supuestos anteriores a la reforma o con aquellos para los que la oposición no fue posible?
La Consulta, con la citada sentencia n. 41/2024, declaró la inconstitucionalidad de la práctica de los decretos de archivo que insinúan la responsabilidad del investigado, por ser lesiva de los arts. 27 y 111 de la Constitución. De ahí la necesidad de un remedio extraordinario: el recurso de casación ex art. 568 c.p.p.
La Casación anuló con reenvío el auto del G.I.P. de Lecce del 29 de septiembre de 2021 que, tras declarar extinto el delito por prescripción, había atribuido a S. P. M. E. A. conductas precisas penalmente relevantes. Los puntos clave:
En virtud de la sentencia del Tribunal Constitucional n. 41 de 2024, el auto de archivo por extinción del delito a consecuencia de su prescripción, que contiene afirmaciones sobre la existencia del mismo y la culpabilidad del investigado, es anómalo y, por lo tanto, recurrible en casación, en el caso en que "ratione temporis" no sea impugnable con el remedio previsto por el art. 115-bis del código de procedimiento penal.
La máxima pone de relieve dos perfiles. Primero, la anomalía se fundamenta en la violación del principio de presunción de inocencia: un auto de archivo no puede transformarse en una sentencia de condena "disfrazada". Segundo, la Casación identifica un remedio efectivo para salvaguardar el honor del investigado, evitando que quede desprotegido: el recurso inmediato.
La sentencia tiene importantes repercusiones operativas:
Con la sentencia n. 8927/2025, la Suprema Corte acoge y refuerza la advertencia de la Consulta: la lógica del "proceso justo" impone que la prescripción siga siendo un instituto neutro, carente de valoraciones sobre la culpabilidad. Cada vez que un auto de archivo trasgrede este límite, se vuelve anómalo y, por lo tanto, inmediatamente censurable. Defensores y ministerios públicos están llamados a un cambio de rumbo: máxima atención al lenguaje empleado y, si es necesario, recurso de casación para restablecer el equilibrio entre el derecho punitivo y las garantías constitucionales.