Sufrir la agresión de un perro es una experiencia traumática, que deja consecuencias no solo físicas sino también psicológicas. Además del dolor y el susto, uno se encuentra afrontando gastos médicos, posibles pérdidas de días laborales y un proceso de recuperación a veces complejo. En estas circunstancias, es fundamental saber que la ley italiana protege a quien sufre el daño, previendo un preciso deber de indemnización a cargo del propietario o del custodio del animal. Comprender cómo actuar y a quién dirigirse es el primer paso para ver reconocidos los propios derechos. La asistencia de un abogado experto en indemnización por daños en Milán, como el abogado Marco Bianucci, es crucial para gestionar correctamente todo el procedimiento y asegurar que cada aspecto del daño sufrido sea adecuadamente cuantificado y compensado.
El marco normativo de referencia está delineado por el artículo 2052 del Código Civil, que regula el 'Daño causado por animales'. Esta norma establece un principio de responsabilidad objetiva: el propietario de un animal, o quien se sirve de él por el tiempo en que lo tiene en uso, es responsable de los daños causados por el animal mismo, ya sea que estuviera bajo su custodia, o que se hubiera extraviado o fugado. Esto significa que la responsabilidad surge por el solo hecho de ser el propietario o el custodio, independientemente de una culpa directa suya. Para liberarse de dicha responsabilidad, no es suficiente demostrar haber usado la diligencia ordinaria en la custodia del animal; es necesario probar el 'caso fortuito', es decir, un evento imprevisible, inevitable y excepcional, completamente externo a la esfera de control del propietario, que haya sido la única causa del daño.
La indemnización a raíz de una mordedura de perro no se limita solo al reembolso de los gastos médicos. La evaluación del daño es un proceso complejo que debe tener en cuenta todas las consecuencias negativas sufridas por la víctima. Generalmente, los tipos de daño indemnizable incluyen: el daño biológico, entendido como la lesión a la integridad psicofísica de la persona, que se liquida sobre la base de un peritaje médico-legal que constata los puntos de invalidez temporal y permanente; el daño moral, relativo al sufrimiento interior y a la perturbación psicológica padecidos a causa del evento; el daño patrimonial, que comprende tanto el 'daño emergente' (gastos médicos, farmacéuticos, rehabilitadores) como el 'lucro cesante' (la pérdida de ingresos debido a la imposibilidad de trabajar durante el período de convalecencia).
Afrontar una solicitud de indemnización requiere competencia y método. El enfoque del abogado Marco Bianucci, abogado experto en indemnización por daños en Milán, se basa en una estrategia precisa y personalizada, destinada a garantizar al cliente la máxima protección. El proceso comienza con un análisis detallado del caso, recopilando toda la documentación médica y los testimonios disponibles. Posteriormente, se procede con la identificación del propietario del animal y de su eventual cobertura de seguro de responsabilidad civil. La fase siguiente consiste en el envío de una solicitud formal de indemnización (requerimiento), cuantificando de manera rigurosa todos los tipos de daño. El Estudio Jurídico Bianucci gestiona la negociación con la contraparte o su compañía aseguradora, buscando una solución extrajudicial rápida y equitativa. Si no fuera posible alcanzar un acuerdo satisfactorio, se procede con la acción legal para obtener en sede judicial la justa indemnización.
Es fundamental acudir inmediatamente a urgencias para recibir la atención necesaria y obtener un informe médico que certifique las lesiones. Si es posible, es importante identificar al perro y a su propietario, recopilar los datos de posibles testigos y tomar fotografías de las heridas. Estos elementos serán esenciales para la posterior solicitud de indemnización.
La ley indica como responsable a quien tiene en uso el animal en el momento del hecho. Por lo tanto, si el perro estaba confiado a un paseador de perros o a un pariente, la responsabilidad recae en primer lugar sobre ellos. Sin embargo, el propietario podría ser llamado a responder solidariamente, dependiendo de las circunstancias específicas del caso.
El derecho a la indemnización por daños derivados de un hecho ilícito, como la agresión de un animal, prescribe en cinco años. El plazo comienza a contar desde el día en que se produjo el evento dañoso o, en caso de lesiones, desde el momento de la curación clínica con secuelas permanentes estabilizadas.
No es estrictamente necesario. La solicitud de indemnización por daños sigue un procedimiento civil, que es independiente de una eventual acción penal por lesiones culposas. Presentar una denuncia puede, sin embargo, ser útil en algunos contextos para reforzar la propia posición, pero la solicitud de indemnización puede proceder incluso sin ella.
Si ha sufrido lesiones a causa de la mordedura de un perro y desea comprender cómo proceder para obtener la justa indemnización, puede contactar al Estudio Jurídico Bianucci. El abogado Marco Bianucci, con su consolidada experiencia en materia de indemnización por daños en Milán, proporcionará un análisis exhaustivo de su situación y le asistirá en cada fase del proceso, desde la solicitud extrajudicial hasta la eventual acción en los tribunales, para garantizar la protección completa de sus derechos.