La sentencia del Tribunal Supremo de Casación Penal, Sección VI Penal, n. 27723 del 15 de junio de 2018, ofrece una importante reflexión sobre los delitos de cohecho y falsedad en documento público, destacando la responsabilidad de los funcionarios públicos involucrados en conductas ilícitas. La resolución se basa en un caso en el que dos mariscales de la Guardia di Finanza abusaron de su posición para inducir a un empresario a pagar una deuda, utilizando la amenaza de controles fiscales y una denuncia falsa.
El Tribunal de Apelación de Venecia había condenado inicialmente al imputado por cohecho, en virtud del art. 319 quater c.p., considerando que la conducta del funcionario público era tal que configuraba un abuso de poder. Sin embargo, el recurrente impugnó esta calificación, sosteniendo que su conducta debía encuadrarse como inducción a error mediante engaño, remitiéndose al art. 640 c.p.
La Corte confirmó la existencia del delito de cohecho, subrayando que el abuso de poder ejercido por los funcionarios públicos influyó claramente en la libertad de autodeterminación del empresario.
En particular, la Corte aclaró que el delito de cohecho se configura cuando un funcionario público utiliza su posición para inducir a un particular a proporcionar utilidades, anticipando consecuencias desfavorables en caso de rechazo.
La decisión de la Corte se basa en un análisis exhaustivo de las pruebas, incluyendo testimonios e interceptaciones ambientales. Los jueces destacaron que el empresario había sido contactado por el mariscal D., quien, presentándose como funcionario público, había amenazado con controles fiscales. Este comportamiento, unido a la exhibición de un documento falso, representó un claro abuso de poder, justificando la condena por cohecho.
Además, la Corte excluyó la configurabilidad del intento de cohecho, ya que el empresario efectivamente prometió pagar, demostrando la eficacia de la conducta inductiva.
La sentencia n. 27723 de 2018 destaca la importancia de la protección de la libertad de autodeterminación de los particulares frente a los abusos de los funcionarios públicos. La Corte aclaró que el abuso de poder y el uso de documentos falsos constituyen elementos fundamentales para la configuración del delito de cohecho. Esta resolución reitera la necesidad de un riguroso respeto de las normas por parte de quienes ejercen funciones públicas, para garantizar un sistema jurídico justo y equitativo.