La sentencia C-335/17, dictada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea el 31 de mayo de 2018, ha abierto nuevas perspectivas en la definición de la noción de "derecho de visita" en el ámbito europeo. En particular, el Tribunal ha establecido que dicha noción no se limita a los progenitores, sino que puede extenderse también a los abuelos, un aspecto que tiene una relevancia significativa para el derecho de familia en todos los Estados miembros.
El caso tuvo su origen en Bulgaria, donde la abuela, N. V., solicitó el derecho de visita respecto a su nieto, actualmente residente en Grecia. La controversia se centró en la competencia judicial, lo que llevó a solicitar aclaraciones al Tribunal Europeo. La cuestión central era si el derecho de visita de los abuelos entraba dentro del ámbito de aplicación del Reglamento (CE) n.º 2201/2003, un texto que regula la responsabilidad parental y las decisiones judiciales relativas a la misma.
La noción de "derecho de visita" comprende el derecho de visita de los abuelos respecto a sus nietos.
El Tribunal destacó que el Reglamento 2201/2003 no especifica limitaciones en cuanto a las personas que pueden beneficiarse del derecho de visita. Esto significa que, en consonancia con el principio del interés superior del menor, los abuelos también tienen derecho a mantener relaciones personales con sus nietos. Además, el Tribunal subrayó la importancia del reconocimiento mutuo de las decisiones judiciales entre los Estados miembros, para evitar conflictos jurídicos y garantizar una mayor coherencia en las decisiones relativas a la responsabilidad parental.
La sentencia tiene consecuencias importantes, no solo para los casos individuales de controversias familiares, sino también para la legislación de los Estados miembros. A continuación, se presentan algunas implicaciones prácticas:
En resumen, la sentencia C-335/17 del Tribunal de Justicia de la Unión Europea representa un paso adelante significativo en la protección de los derechos familiares, al reconocer explícitamente el derecho de visita de los abuelos. Esto no solo enriquece el marco jurídico europeo, sino que también ofrece una oportunidad para garantizar que los vínculos familiares se preserven, contribuyendo al bienestar de los menores implicados. Los operadores jurídicos y las familias deben ahora considerar estas nuevas disposiciones en la planificación y en las decisiones relativas a la custodia y al derecho de visita.