La sentencia n. 18003 de 2024, emitida por la Corte de Casación, aborda un tema crucial para las comunidades de propietarios involucradas en procedimientos de quiebra: la legitimación individual de los copropietarios para actuar en juicio para proteger sus derechos de copropiedad. Esta decisión marca una importante evolución en la jurisprudencia relativa a las acciones de reclamación y la oposición al estado pasivo.
Acción de reclamación ex art. 103 l.fall. - Legitimación del copropietario individual para la protección del derecho de copropiedad - Existencia - Consecuencias - Oposición al estado pasivo de los copropietarios - Admisibilidad. En el juicio de reclamación propuesto, contra la quiebra, ex art. 103 l.fall., cada copropietario tiene una legitimación individual autónoma para actuar y resistir en juicio en protección de sus derechos de copropietario, concurrente y alternativa a la del administrador, de modo que es admisible la oposición de los copropietarios que, aun sin haber presentado demandas en el procedimiento de verificación del estado pasivo, pretenden evitar los efectos desfavorables del decreto pronunciado contra la comunidad de propietarios.
Esta máxima destaca que cada copropietario tiene el derecho de actuar en juicio para proteger sus propios intereses, incluso en ausencia de una acción colectiva por parte del administrador. Este aspecto es fundamental ya que reconoce una legitimación individual a los copropietarios, un principio que refleja la naturaleza concurrente y alternativa de los derechos de copropiedad.
Esta interpretación de la ley de quiebras, en particular del artículo 103, permite a los copropietarios tener un papel activo en la salvaguardia de sus derechos y en la gestión de situaciones de crisis, como las relacionadas con la quiebra de un sujeto.
La sentencia n. 18003 de 2024 representa un paso adelante en la protección de los derechos de los copropietarios individuales en un contexto de quiebra. Al reconocer la legitimación individual de los copropietarios, la Corte de Casación ofrece una mayor seguridad jurídica, permitiendo a los individuos defender sus propios intereses de forma autónoma. Esto no solo refuerza la posición de los copropietarios en situaciones de dificultad, sino que también promueve un enfoque más equitativo y justo en la gestión de las controversias comunitarias. Es esencial que los copropietarios estén informados y conscientes de estos derechos para poder ejercerlos eficazmente.