La reciente sentencia n. 8714 del 3 de abril de 2024, emitida por la Corte de Casación, ofrece una importante reflexión sobre la cesión "pro soluto" de créditos considerados incobrables y su deducibilidad del ingreso empresarial. En un contexto económico en continua evolución, la comprensión de estas dinámicas es fundamental para las empresas y para los profesionales del sector legal y fiscal.
La sentencia se enmarca en la normativa italiana, en particular en el artículo 101, apartado 5, del Texto Único de los Impuestos sobre la Renta (TUIR), vigente antes de las modificaciones introducidas por el Decreto Ley n. 83 de 2012. Esta norma establece que la cesión "pro soluto" de un crédito considerado incobrable puede generar una pérdida deducible solo si el contribuyente proporciona pruebas ciertas y documentadas sobre las circunstancias que llevaron a dicha operación.
Ingreso empresarial - Cesión "pro soluto" de crédito considerado incobrable - Naturaleza - Pérdida en créditos - Deducibilidad - Condiciones - Certeza y precisión - Carga de la prueba - Diferencial relevante e injustificado entre la contraprestación de la cesión y el valor nominal del crédito cedido - Consecuencias. En materia de determinación del ingreso empresarial, conforme al art. 101, apartado 5, TUIR (en la formulación anterior a las modificaciones introducidas por el d.l. n. 83 de 2012, aplicable ratione temporis) la cesión "pro soluto" de un crédito considerado incobrable produce una pérdida deducible del ingreso imponible solo si el contribuyente alega y documenta elementos ciertos y precisos que no se agotan en la estipulación de una contraprestación inferior al valor nominal del crédito cedido y en la pérdida emergente de la cesión en sí considerada, sino que comprenden también los elementos que indujeron a la operación y a la consiguiente recuperación solo parcial del valor nominal del crédito; de ello se desprende que un diferencial relevante e injustificado entre la contraprestación de la cesión y el valor nominal del crédito cedido, que denote la patente antieconomicidad de la operación, puede constituir un indicador del carácter erogatorio, en lugar de productivo, de la misma y, por tanto, de la no inherencia del componente negativo.
Esta sentencia pone de relieve varios aspectos cruciales:
En resumen, la sentencia n. 8714 de 2024 nos recuerda la importancia de una correcta gestión de los créditos y las pérdidas empresariales, subrayando que las decisiones económicas deben estar respaldadas por evidencias concretas para garantizar su deducibilidad fiscal.
A la luz de la sentencia en cuestión, es fundamental que las empresas evalúen con atención las operaciones de cesión de créditos y se aseguren de contar con la documentación correcta que respalde sus decisiones. Solo así podrán evitar problemas relacionados con la deducibilidad de las pérdidas y garantizar una gestión fiscal eficiente.