La sentencia n. 21415 de la Corte de Casación, dictada el 30 de julio de 2024, representa un importante capítulo en el debate sobre la responsabilidad médica y la liquidación de daños. En este artículo, exploraremos los detalles de la decisión, los principios jurídicos aplicados y las implicaciones para los pacientes y sus familiares.
El caso en cuestión se refiere al recurso de la Azienda Sanitaria Locale n. 2 Lanciano Chieti Vasto contra una sentencia de la Corte de Apelación de L'Aquila. Los hechos se remontan a un error diagnóstico en relación con una patología oncológica que provocó un retraso en el tratamiento de la paciente A.A., causando consecuencias dramáticas, incluida la pérdida de la oportunidad de supervivencia.
El Tribunal había reconocido un daño por pérdida de oportunidad, liquidando diversos tipos de daño, incluido el daño moral. Sin embargo, la Corte de Apelación introdujo modificaciones en la decisión, lo que dio lugar al recurso de casación que cuestionó las modalidades de cálculo de los daños y las motivaciones subyacentes a la sentencia.
La Corte destacó que el daño por pérdida de oportunidad debe distinguirse del daño por pérdida anticipada de la vida, con implicaciones específicas para la indemnización.
La Corte de Casación admitió los motivos del recurso, subrayando la necesidad de distinguir entre el daño por pérdida de oportunidad de supervivencia y el daño por pérdida anticipada de la vida. Se puso de manifiesto que una confusión entre estos dos conceptos puede llevar a una liquidación errónea de los daños.
En particular, la Corte criticó a la Corte de Apelación por no haber motivado adecuadamente el porcentaje de pérdida de oportunidad y por haber confundido las distintas categorías de daño, resultando así en una violación de los principios de claridad y especificidad exigidos por el código de procedimiento civil.
La sentencia n. 21415 de 2024 representa una importante aclaración en materia de responsabilidad médica. Subraya la importancia de una correcta interpretación y aplicación de los principios de indemnización, con especial referencia a la distinción entre daño por pérdida de oportunidad y daño por pérdida anticipada de la vida. Esta decisión no solo ofrece una valiosa perspectiva para los profesionales del derecho, sino también para los pacientes y sus familiares, quienes deben ser conscientes de sus derechos y de las posibilidades de indemnización en caso de error médico.