La creciente difusión de las criptomonedas ha introducido una nueva y compleja variable en los procedimientos de separación y divorcio. Si sospecha que su cónyuge posee activos digitales no declarados o se pregunta cómo se deben dividir estos bienes, es una preocupación legítima y cada vez más común. Comprender cómo localizar, valorar y repartir correctamente carteras de Bitcoin, Ethereum u otras altcoins se ha convertido en un aspecto crucial para garantizar una división equitativa del patrimonio conyugal. Como abogado de divorcios en Milán con una sólida experiencia en la gestión de patrimonios complejos, el abogado Marco Bianucci aborda estos nuevos desafíos con un enfoque metódico e informado tecnológicamente.
En Italia, aún no existe una normativa específica que regule la división de las criptomonedas en caso de divorcio. Por lo tanto, se aplican los principios generales que rigen la comunidad legal de bienes, según lo dispuesto en el artículo 177 del Código Civil. Según este régimen, todas las adquisiciones realizadas por los cónyuges durante el matrimonio, incluso por separado, entran en la comunidad. En consecuencia, las criptomonedas adquiridas con dinero proveniente de ingresos comunes, como salarios o ganancias profesionales, se consideran parte del patrimonio a dividir al 50%, independientemente de quién sea el titular formal de la cartera.
El verdadero desafío, sin embargo, reside en la naturaleza misma de estos activos. Su descentralización, la potencial pseudo-anonimidad y la dificultad para rastrear las transacciones en blockchain pueden ser explotadas para ocultar parte del patrimonio. Además, su extrema volatilidad hace compleja una valoración económica estable y compartida, un paso fundamental para una correcta repartición. Por lo tanto, es esencial confiar en un profesional que sepa cómo moverse en este escenario jurídico y técnico en evolución.
El enfoque del abogado Marco Bianucci, abogado de divorcios en Milán, se basa en una estrategia que combina competencia legal y apoyo técnico. Entendemos que la localización de activos digitales ocultos es el primer y más crítico paso. Por ello, el despacho se vale de la colaboración de consultores informáticos forenses para analizar movimientos bancarios, dispositivos electrónicos y otras pruebas que puedan conducir a plataformas de exchange o a carteras privadas, siempre en pleno respeto de la normativa de privacidad y los procedimientos legales.
Una vez localizados los activos, nuestra intervención se centra en dos frentes. En primer lugar, la reconstrucción probatoria: recopilamos todas las pruebas necesarias para demostrar en sede judicial la existencia, la titularidad y el valor de las criptomonedas en el momento de la separación. En segundo lugar, la negociación estratégica: buscamos alcanzar un acuerdo equitativo que tenga en cuenta el valor real de estos bienes, proponiendo soluciones como la liquidación de una parte de los activos o una compensación con otros bienes de igual valor, con el fin de tutelar plenamente los derechos de nuestro cliente.
La prueba puede proporcionarse a través de diversos medios. Extractos bancarios que muestren transferencias a plataformas de exchange (como Coinbase, Binance, etc.), comunicaciones por correo electrónico o mensajería, declaraciones de impuestos en las que se hayan indicado ganancias de criptoactivos, o testimonios. En los casos más complejos, es posible solicitar al juez una orden de exhibición documental a los exchanges o recurrir a peritajes informáticos forenses sobre ordenadores y smartphones.
No, en general los bienes personales no entran en la comunidad legal. Las criptomonedas adquiridas antes del matrimonio o recibidas mediante donación o sucesión hereditaria durante el matrimonio se consideran bienes personales y, por lo tanto, excluidas de la división. Sin embargo, es fundamental poder demostrar con certeza su procedencia para evitar que se confundan con el patrimonio común.
La valoración es uno de los aspectos más delicados debido a la volatilidad de los mercados. Generalmente, se hace referencia al valor de las criptomonedas en el momento de la presentación de la demanda de separación judicial o, en caso de acuerdo, a una fecha acordada entre las partes. Para establecer el valor, se utilizan los datos proporcionados por los principales exchanges, cristalizando a menudo el precio en Euros u otra moneda fiduciaria en un instante preciso.
Si un cónyuge vende bienes de la comunidad, incluidas las criptomonedas, sin el consentimiento del otro y poco antes de la separación, el otro cónyuge podría tener derecho a solicitar la reconstitución de la comunidad o, si no es posible, el reembolso del valor equivalente. Se trata de una acción destinada a impedir que uno de los dos pueda sustraer deliberadamente bienes a la división, y requiere una sólida demostración del intento fraudulento.
La gestión de patrimonios digitales en un contexto de separación requiere no solo un profundo conocimiento del derecho de familia, sino también una comprensión de las nuevas tecnologías financieras. Si está atravesando un divorcio en Milán y sospecha la presencia de criptomonedas no declaradas, es esencial actuar con una estrategia clara e informada. El Despacho de Abogados Bianucci ofrece consultas especializadas para analizar su situación patrimonial y definir las acciones más eficaces para la protección de sus derechos.
Contacte con el despacho para concertar una primera consulta con el abogado Marco Bianucci. Juntos, evaluaremos las especificidades de su caso y trazaremos el camino legal más adecuado para garantizar una división patrimonial justa y transparente, incluso en el complejo mundo de los activos digitales.