Afrontar una separación es un camino complejo y delicado, pero cuando ocurre durante el embarazo, las preocupaciones y las incertidumbres se multiplican. En esta etapa, no se trata solo de definir el fin de una relación, sino de sentar las bases para el futuro de una nueva vida. Es una situación que requiere no solo sensibilidad, sino también una guía legal clara y competente para garantizar que los derechos de la madre y, sobre todo, del nascituro estén plenamente protegidos desde el primer momento. Comprender el marco normativo y actuar con prontitud es fundamental para asegurar estabilidad económica y serenidad al bebé en camino. Como abogado de familia en Milán, el Abog. Marco Bianucci acompaña a los futuros padres en este camino, con el objetivo de construir soluciones equilibradas y duraderas.
La ley italiana pone en el centro la protección del menor, incluso antes de su nacimiento. Durante una separación en embarazo, surgen derechos y deberes específicos que deben gestionarse con atención. La concepción durante el matrimonio o la convivencia crea un vínculo de filiación que impone a ambos padres precisas responsabilidades, independientemente de la continuación de su relación sentimental. La normativa tiene como objetivo garantizar al niño todo lo necesario para un crecimiento sano y equilibrado, desde la fase prenatal.
El derecho al mantenimiento del hijo surge desde el momento de la concepción. Esto significa que el padre está obligado a contribuir a los gastos incurridos por la madre durante el embarazo, como visitas médicas, ecografías, compra de ajuar y todo lo necesario para la salud de ambos. Esta contribución no es una liberalidad, sino una obligación jurídica que puede formalizarse mediante un acuerdo o, en caso de desacuerdo, ser establecida por un juez. La pensión de mantenimiento propiamente dicha para el hijo se determinará después del nacimiento, pero es posible solicitar una contribución provisional para el período de gestación.
Aunque el bebé aún no ha nacido, es posible y recomendable empezar a definir las modalidades de su futura custodia. La regla general en nuestro ordenamiento es la custodia compartida entre ambos padres, que garantiza el derecho del menor a mantener una relación equilibrada y continua con cada uno de ellos. La residencia, es decir, el domicilio habitual del niño, se suele establecer en casa de la madre, especialmente en los primeros años de vida, en consideración del vínculo biológico y las necesidades de cuidado del recién nacido. Esto no limita el derecho-deber del otro progenitor de participar activamente en la vida y el crecimiento del hijo.
Si la pareja vivía en una casa común, su asignación es otro punto crucial. El juez, al decidir, no evalúa la propiedad del inmueble, sino el interés exclusivo de la prole. La casa familiar se asigna por norma al progenitor con el que el hijo tendrá la residencia, con el fin de garantizar al niño la continuidad del ambiente doméstico en el que crecerá. Este derecho permanece hasta que el hijo alcance la independencia económica.
El enfoque del Abog. Marco Bianucci, abogado experto en derecho de familia en Milán, se centra en la construcción de soluciones concretas y personalizadas, especialmente en contextos tan delicados como una separación durante el embarazo. La estrategia del despacho no está orientada al conflicto, sino a la búsqueda de acuerdos consensuales que puedan proteger la serenidad de todos los implicados, poniendo siempre en primer lugar el bienestar del nascituro. El objetivo es definir con claridad y previsión cada aspecto: desde la contribución a los gastos prenatales hasta la regulación de las futuras relaciones entre padres e hijo. Ofrecemos una asistencia legal que transforma la incertidumbre en un camino definido, permitiendo a la futura madre vivir el embarazo con mayor tranquilidad y al padre asumir su rol con responsabilidad.
Los derechos del niño y los deberes de los padres son idénticos tanto para las parejas casadas como para las no casadas. La ley italiana no hace distinciones sobre el estado de la pareja cuando se trata de proteger a los hijos. Por lo tanto, la madre no casada tiene pleno derecho a solicitar la contribución al mantenimiento para sí misma y para el nascituro, la asignación de la casa familiar si hay convivencia y a que se regule la custodia y la residencia del hijo tras el nacimiento.
No, el reconocimiento de un hijo es un deber. Si el padre se niega a reconocer voluntariamente al niño, la madre puede iniciar una acción legal para la declaración judicial de paternidad. Una vez comprobada la paternidad, incluso mediante análisis de ADN, el juez impondrá todas las obligaciones legales, incluidas las relativas al mantenimiento, con efecto retroactivo desde la fecha de nacimiento del niño.
La contribución se calcula de forma equitativa, considerando los gastos documentados y previsibles para el embarazo y el parto. Tras el nacimiento, la pensión de mantenimiento definitiva se determina basándose en criterios precisos: las necesidades actuales del niño, el nivel de vida disfrutado anteriormente, los tiempos de permanencia en casa de cada progenitor y los recursos económicos de ambos. El objetivo es garantizar al hijo un estilo de vida lo más parecido posible al que habría tenido si los padres hubieran permanecido juntos.
Incluso para las parejas de convivientes, el derecho a habitar en la casa familiar corresponde al progenitor con el que el hijo vivirá de forma estable. Este principio protege el interés del menor a no sufrir traumas derivados de un cambio de ambiente doméstico. El derecho de habitación no está ligado a la propiedad del inmueble y cesa cuando el hijo se vuelve económicamente autosuficiente o si el progenitor asignado se traslada a otro lugar.
El fin de una relación durante el embarazo requiere lucidez y un apoyo legal competente para tomar decisiones que influirán en el futuro de su familia. El Abog. Marco Bianucci y el Despacho de Abogados Bianucci en Milán ofrecen la experiencia necesaria para navegar esta compleja transición, asegurando que cada elección se tome en el interés exclusivo de su bebé. Para una evaluación clara y profesional de su situación, contacte al despacho para concertar una primera consulta en Via Alberto da Giussano, 26.