Afrontar una separación o un divorcio es un camino emocionalmente complejo. Cuando la comunicación entre los cónyuges se interrumpe y el conflicto se convierte en la principal forma de interacción, las consecuencias más graves recaen sobre los hijos, que se encuentran involuntariamente en el centro de tensiones y disputas. En estos escenarios, caracterizados por una alta y persistente conflictividad, el sistema judicial italiano prevé instrumentos específicos para proteger el bienestar de los menores y ayudar a los padres a recuperar una gestión funcional de su rol. Uno de estos instrumentos, cada vez más utilizado por los tribunales, es la figura del coordinador parental. Como abogado de familia en Milán, el abogado Marco Bianucci asiste a los padres en estos procesos, garantizando que sus derechos y, sobre todo, el interés superior de los hijos estén siempre protegidos.
El coordinador parental es un profesional tercero e imparcial, con competencias en el ámbito psicológico, social y jurídico, nombrado por el juez, de común acuerdo entre las partes o de oficio, en situaciones de separación o divorcio particularmente litigiosas. Su objetivo primordial no es sustituir a los padres, sino ayudarles a implementar y respetar las decisiones del tribunal relativas a la custodia y gestión de los hijos. Actúa como un facilitador, trabajando para reducir el conflicto y promover decisiones compartidas en el exclusivo interés de los menores. Entre sus tareas principales se incluyen la gestión del calendario de visitas, la resolución de desacuerdos sobre cuestiones cotidianas (escuela, salud, actividades extraescolares) y la mejora de la comunicación entre los padres, siempre respetando la providencia judicial.
Aunque todavía no existe una ley específica que discipline completamente su figura, la coordinación parental encuentra su fundamento jurídico en los principios generales de protección del menor y en el poder del juez de adoptar las medidas más idóneas para garantizar su bienestar psicofísico. La jurisprudencia de mérito y de legitimidad ha reconocido y avalado progresivamente la utilidad de este instrumento, encuadrándolo como un auxiliar del juez destinado a dar aplicación concreta a sus providencias. Es fundamental comprender que el coordinador no tiene poderes decisorios autónomos sobre las cuestiones de mayor importancia, que siguen siendo de competencia exclusiva del tribunal, sino que opera dentro del perímetro establecido por el mandato del juez.
El nombramiento de un coordinador parental representa una fase delicada del procedimiento de separación. El enfoque del abogado Marco Bianucci, abogado de familia con consolidada experiencia en Milán, se centra en la tutela legal del cliente dentro de este proceso. El rol del abogado no desaparece con el nombramiento del coordinador; al contrario, se vuelve estratégico para vigilar la correcta ejecución del mandato, asegurarse de que las decisiones del coordinador sean conformes a las providencias del juez e intervenir en caso de que surjan problemas. El Bufete Bianucci asiste al cliente para definir claramente los objetivos del proceso, dialogar con el abogado de la contraparte y con el propio coordinador, y, si es necesario, informar al juez de posibles incumplimientos o dificultades, garantizando siempre una tutela legal completa y estratégica.
La mediación familiar es un proceso voluntario que tiene como objetivo alcanzar un acuerdo compartido entre los cónyuges antes o durante el procedimiento legal. El coordinador parental, en cambio, interviene típicamente después de que ya se ha emitido una providencia judicial, en situaciones de conflicto persistente, con la tarea de ayudar a los padres a aplicar concretamente lo establecido por el tribunal. Su rol es más operativo y se centra en la gestión práctica de la coparentalidad.
No, el coordinador parental no tiene poder decisorio sobre cuestiones de administración extraordinaria (por ejemplo, cambio de residencia, decisiones escolares fundamentales) que corresponden a los padres o, en caso de desacuerdo, al juez. Sin embargo, puede tomar decisiones, si está previsto en el mandato del juez, sobre aspectos prácticos y organizativos de la vida cotidiana de los hijos, con el fin de desbloquear situaciones de estancamiento y prevenir la escalada del conflicto.
El nombramiento puede ser sugerido por las partes y aceptado por el juez, o dispuesto de oficio por el propio juez cuando lo considere necesario para la protección del menor en un contexto de alta conflictividad. Aunque una parte pueda oponerse, el juez tiene el poder de nombrarlo igualmente si considera que es la mejor solución para el interés preeminente de los hijos. La colaboración de los padres sigue siendo, sin embargo, un elemento clave para el éxito del proceso.
Los costes del coordinador parental corren a cargo de las partes, generalmente divididos al 50%, salvo disposición en contrario del juez. El honorario es determinado por el profesional en base a tarifas horarias y a la complejidad del caso. Aunque representa un coste adicional, la inversión puede traducirse en un ahorro significativo a largo plazo, reduciendo la necesidad de recurrir continuamente al tribunal por cada desacuerdo individual.
Si está afrontando una separación de alta conflictividad y desea comprender si la coordinación parental puede ser una solución adecuada, es fundamental recibir una consulta legal clara y exhaustiva. Acudir a un abogado de familia experto es el primer paso para analizar su situación específica y definir la estrategia más eficaz para protegerse a sí mismo y a sus hijos. El abogado Marco Bianucci y el Bufete Bianucci, con sede en Milán en Via Alberto da Giussano 26, ofrecen asistencia legal específica para gestionar estas delicadas dinámicas. Contacte con el bufete para una evaluación de su caso y para recibir el apoyo necesario para afrontar este camino con competencia y profesionalidad.