Enfrentar la pérdida de un ser querido a raíz de un accidente de tráfico u otro evento traumático es una experiencia devastadora. Al dolor se suman a menudo la complejidad y la urgencia de comprender los propios derechos y los procedimientos legales para obtener justicia. En estos momentos, es fundamental poder contar con un apoyo legal que combine competencia técnica con una profunda sensibilidad humana. En calidad de abogado experto en indemnización por daños en Milán, el abogado Marco Bianucci acompaña a los familiares de las víctimas para navegar el complejo proceso de indemnización, asegurando que sus derechos sean plenamente reconocidos y protegidos ante las compañías de seguros y en sede judicial.
Cuando un ilícito causa la muerte de una persona, la ley italiana reconoce el derecho de sus familiares a obtener una indemnización por los daños sufridos. Este derecho no se refiere solo a las pérdidas económicas, sino también y sobre todo al sufrimiento derivado de la ruptura del vínculo afectivo. Las partidas de daño resarcible son múltiples y requieren un análisis exhaustivo. Se distingue principalmente entre daño no patrimonial, que incluye el dolor por la pérdida (daño moral) y la alteración de la vida familiar (daño por pérdida de la relación parental), y el daño patrimonial, que cubre las pérdidas económicas directas y futuras, como los gastos funerarios (daño emergente) y la pérdida del apoyo económico que el difunto garantizaba a la familia (lucro cesante).
La cuantificación del daño no patrimonial es uno de los aspectos más delicados. La jurisprudencia ha elaborado diversas categorías para definir el sufrimiento de los allegados. El daño por pérdida de la relación parental representa el núcleo de la indemnización para los familiares y se liquida teniendo en cuenta factores como la edad de la víctima y del superviviente, el grado de parentesco, la posible convivencia y la intensidad del vínculo afectivo. A esto se pueden añadir otras partidas, como el llamado 'daño catastrófico', que indemniza el sufrimiento padecido por la víctima consciente de su fin inminente, un derecho que puede ser transmitido a los herederos.
El enfoque del abogado Marco Bianucci, letrado con consolidada experiencia en indemnización por daños en Milán, se basa en una gestión del caso que integra el análisis técnico y la profunda comprensión humana. La estrategia comienza con una meticulosa reconstrucción de la dinámica del accidente y con la recopilación de todas las pruebas necesarias para establecer las responsabilidades. Posteriormente, se procede a una precisa cuantificación de todas las partidas de daño, tanto patrimoniales como no patrimoniales, valiéndose, si es necesario, de consultores médicos y técnicos. El objetivo es siempre alcanzar una justa indemnización a través de un diálogo constructivo con las compañías aseguradoras, pero sin dudar en emprender la acción judicial si las propuestas no son adecuadas para resarcir íntegramente el daño sufrido por los familiares.
Tienen derecho a la indemnización los familiares más cercanos de la víctima, como el cónyuge o la pareja de hecho, los hijos, los padres y los hermanos. La jurisprudencia ha extendido este derecho también a otros parientes (como los abuelos y los nietos) y, en casos específicos, a cualquiera que pueda demostrar un vínculo afectivo profundo y estable con la persona fallecida, incluso en ausencia de un vínculo de parentesco formal.
No existe una fórmula matemática exacta. Para la liquidación del daño por pérdida de la relación parental, los tribunales italianos utilizan como referencia tablas, las más difundidas son las del Tribunal de Milán y de Roma. Estas tablas proporcionan valores monetarios que varían en función de criterios objetivos y subjetivos, como la edad de la víctima y del familiar, el grado de parentesco, la convivencia y la composición del núcleo familiar. Una evaluación precisa requiere un análisis caso por caso.
Los plazos pueden variar considerablemente. En algunos casos es posible alcanzar un acuerdo extrajudicial con la compañía de seguros en algunos meses. Si, por el contrario, es necesario iniciar una demanda civil, los plazos se alargan y pueden durar varios años. Es importante actuar con prontitud, ya que el derecho a la indemnización por daños prescribe, según el caso, en dos o cinco años desde el día del evento.
No es estrictamente necesario. La acción de indemnización por daños es una acción civil y puede emprenderse independientemente de la existencia de un procedimiento penal por delitos como el homicidio vial. Sin embargo, constituirse como parte civil en el proceso penal puede representar una elección estratégica ventajosa para determinar las responsabilidades y obtener una primera evaluación del daño en esa sede.
Comprender cómo proceder después de un evento tan trágico es el primer paso para proteger sus derechos y honrar la memoria de su ser querido. El abogado Marco Bianucci ofrece una primera consulta para analizar la situación específica, ilustrar las opciones legales disponibles y definir la estrategia más adecuada. Contactar con un abogado experto en indemnización por daños es esencial para asegurar que el sufrimiento de los familiares reciba el justo reconocimiento jurídico y económico. Puede dirigirse al Estudio Jurídico Bianucci para recibir una asistencia legal completa y personalizada en Milán.