El vínculo afectivo entre abuelos y nietos representa un patrimonio de valor inestimable, no solo para el crecimiento emocional del menor sino para el equilibrio familiar en su conjunto. Sin embargo, tras separaciones, divorcios o discordias familiares, esta relación puede verse amenazada, causando un profundo sufrimiento. Comprender que la ley italiana protege este vínculo es el primer paso para actuar. Como abogado especialista en derecho de familia en Milán, el Dr. Marco Bianucci aborda estas delicadas situaciones con el objetivo de preservar la continuidad afectiva, siempre respetando el interés superior del niño.
El punto de referencia normativo para la protección de la relación entre abuelos y nietos es el artículo 317-bis del Código Civil. Esta norma consagra el derecho de los ascendientes, y por lo tanto de los abuelos, a mantener relaciones significativas con los nietos menores de edad. No se trata de un derecho absoluto, sino de un derecho que encuentra su fundamento y su límite en el interés primordial del menor. Esto significa que el juez, en caso de conflicto, evaluará cada situación específica para determinar si la convivencia con los abuelos es beneficiosa para el desarrollo psico-físico del nieto. La ley, por lo tanto, no protege el interés del abuelo en sí, sino el derecho del niño a beneficiarse de la relación con la figura del abuelo, considerada un recurso afectivo y formativo fundamental.
Abordar una controversia relacionada con el derecho de visita de los nietos requiere no solo competencia jurídica, sino también una profunda sensibilidad. El enfoque del Dr. Marco Bianucci, abogado experto en derecho de familia en Milán, se basa en un análisis estratégico y personalizado del caso. El primer objetivo es siempre explorar una solución conciliatoria, intentando mediar entre las partes para restablecer un diálogo constructivo. Cuando el diálogo no es posible, se procede con una solicitud al Tribunal competente. En esta fase, es crucial presentar al juez un panorama completo de la situación, demostrando con elementos concretos la positividad y la importancia del vínculo abuelos-nietos y la ausencia de cualquier perjuicio para el menor. La estrategia se centra en la protección del niño, verdadero protagonista de la vicenda.
Si el diálogo resulta infructuoso, los abuelos pueden presentar una solicitud al Tribunal de Menores del lugar de residencia del niño. A través de este procedimiento, se solicita al juez que establezca las modalidades de convivencia, que pueden incluir encuentros periódicos, pernoctaciones o contactos telefónicos. Es fundamental contar con la asistencia de un abogado para formular correctamente la solicitud y representar las propias razones en juicio.
El derecho de los abuelos no es incondicional. Puede ser limitado o denegado por el juez si la relación con los abuelos se considera perjudicial para el menor. Esto puede ocurrir, por ejemplo, en casos de conflicto exacerbado en los que los abuelos tienden a denigrar las figuras parentales, o en presencia de comportamientos por parte de los abuelos que puedan perturbar el equilibrio y la serenidad del niño. La evaluación se basa siempre en el interés exclusivo del nieto.
Sí, la ley prevé la audición del menor que haya cumplido los doce años o incluso de menor edad si es capaz de discernimiento. La opinión del niño no es vinculante para el juez, pero representa un elemento muy importante en su decisión final. El juez evaluará las declaraciones del menor con gran atención para comprender sus reales deseos y sus necesidades emocionales.
Cada dinámica familiar es única y merece un análisis atento y profundo. Si su derecho a mantener una relación serena y continua con sus nietos se ve obstaculizado, es importante actuar con conocimiento y con el adecuado apoyo legal. Para una evaluación de su caso, puede contactar al Despacho de Abogados Bianucci en Milán. El Dr. Marco Bianucci, con consolidada experiencia como abogado especialista en derecho de familia, le proporcionará un dictamen claro sobre las acciones posibles para proteger sus afectos más queridos.