Cuando un matrimonio llega a su fin y uno o ambos cónyuges son titulares de una empresa, una empresa familiar o participaciones societarias, la división del patrimonio se convierte en una cuestión extremadamente compleja y delicada. La correcta valoración de estos bienes es un paso fundamental para garantizar una separación equa y para tutelar el futuro financiero de ambas partes. Comprender los criterios legales y los métodos de estimación es el primer paso para afrontar este camino con conocimiento. En calidad de abogado de divorcios en Milán, el abogado Marco Bianucci ha adquirido una profunda experiencia en la gestión de estos casos, que requieren no solo competencia legal, sino también una visión estratégica y multidisciplinar.
En Italia, el régimen patrimonial legal de la familia es la comunidad de bienes. Si los cónyuges no han optado por la separación de bienes, todo lo que se adquiere o se inicia después del matrimonio entra, en principio, en la comunidad. Para las empresas, la ley distingue dos escenarios principales. Si la empresa es gestionada por ambos cónyuges y constituida después del matrimonio, entra en la comunidad inmediata. Si, por el contrario, la empresa pertenecía a uno de los cónyuges antes del matrimonio o fue constituida por uno solo de ellos después, se aplica el principio de la 'comunidad de remanente'. Esto significa que, al momento de la disolución del matrimonio, en la división no entra la empresa en sí, sino solo los beneficios y los incrementos de valor que haya producido durante el matrimonio.
La determinación del valor de una empresa o de las participaciones societarias no es un cálculo matemático exacto, sino el resultado de un análisis complejo que requiere la intervención de profesionales cualificados. No existe un único método de valoración universalmente válido; la elección depende de la naturaleza de la actividad, de sus dimensiones y del mercado de referencia. Los principales métodos utilizados incluyen el método patrimonial, que se basa en el valor contable y de mercado de los bienes empresariales, el método de renta, que proyecta la capacidad de la empresa de generar beneficios futuros, y el método mixto, que combina los dos enfoques anteriores. La valoración debe ser objetiva, documentada y basada en datos concretos, como balances, flujos de caja y análisis de sector. Por este motivo, es esencial confiar en una pericia técnica redactada por un contable o un auditor experto.
El enfoque del abogado Marco Bianucci, abogado de divorcios con consolidada experiencia en Milán en separaciones patrimoniales complejas, se basa en un análisis riguroso y multidisciplinar. Cada caso se aborda creando un equipo de trabajo que incluye, además del letrado, también peritos y consultores financieros de confianza. Esto permite obtener una valoración empresarial sólida y defendible en sede judicial, que tenga en cuenta todas las variables en juego. El objetivo es doble: por un lado, garantizar al cliente el justo reconocimiento del valor patrimonial que le corresponde; por otro, explorar soluciones que, cuando sea posible, preserven la continuidad y la operatividad de la empresa, encontrando un equilibrio entre las legítimas pretensiones económicas y la estabilidad de la empresa.
No, la empresa en sí misma sigue siendo un bien personal. Sin embargo, si el régimen patrimonial era el de la comunidad de bienes, el cónyuge no titular tiene derecho a la mitad del valor de los beneficios no distribuidos y de los incrementos de valor de la empresa devengados durante el matrimonio. La valoración de estos incrementos es uno de los puntos más complejos y requiere un análisis contable en profundidad.
El valor de las participaciones de una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) se determina a través de una pericia de estimación. El perito analiza los balances, la situación patrimonial, la rentabilidad histórica y prospectiva, y el valor de mercado de bienes similares. El estatuto de la sociedad puede contener cláusulas específicas que influyen en la transferibilidad y la valoración de las participaciones, aspectos que deben ser cuidadosamente examinados por el abogado.
Si las partes no alcanzan un acuerdo consensuado sobre la valoración, la cuestión se delega al juez. Este último nombrará un Perito Judicial (CTU), un experto independiente, para redactar una pericia oficial sobre el valor de la empresa. El informe del CTU constituirá la base principal para la decisión del tribunal, aunque las partes puedan impugnarlo a través de sus propios peritos de parte.
Absolutamente sí. El objetivo primordial es a menudo preservar la integridad de la actividad empresarial. Las soluciones más comunes incluyen la liquidación en dinero de la cuota correspondiente al cónyuge no titular por parte del otro, o la compensación del valor con otros bienes que formen parte del patrimonio común (por ejemplo, inmuebles o disponibilidades financieras).
La división de un patrimonio empresarial durante un divorcio es uno de los desafíos más arduos del derecho de familia. Afrontarla sin una guía legal experta puede implicar graves pérdidas económicas y comprometer el futuro. Para una valoración precisa de su caso y para definir la estrategia más eficaz para la protección de sus intereses, contacte al Despacho de Abogados Bianucci. El abogado Marco Bianucci atiende en la sede de Milán para ofrecer una consulta clara y estratégica.