La reciente orden del Tribunal de Lamezia Terme del 26 de mayo de 2008 ofrece interesantes reflexiones sobre la mediación familiar y el interés de los hijos menores durante las separaciones. En esta resolución, el Juez G. S. destacó cómo la mediación puede ser una herramienta fundamental para gestionar las dinámicas familiares post-separación, favoreciendo un clima de colaboración entre los cónyuges.
En el caso examinado, los cónyuges XX y YY manifestaron la intención de encontrar un nuevo acuerdo para regular sus relaciones, en particular en lo que respecta a la hija menor ZZ. La voluntad expresada por los cónyuges de recurrir a la mediación antes de cualquier providencia judicial representa un paso significativo hacia una resolución pacífica de las controversias. Esta orden, de hecho, se fundamenta en el principio cardinal del artículo 155-sexies del Código Civil, que permite al Juez aplazar la adopción de providencias para permitir la mediación.
La mediación se configura como una oportunidad para preservar el interés moral y material de los hijos, evitando conflictos que podrían tener repercusiones negativas en su desarrollo.
El Juez estableció que, en situaciones de alta conflictividad entre los progenitores, la mediación puede desempeñar un papel crucial para garantizar el bienestar de los menores. En particular, se subrayó cómo la elevada tasa de conflictividad podía perjudicar a la hija ZZ. La mediación, por lo tanto, no es solo una opción, sino una necesidad para encontrar un acuerdo que tenga en cuenta las necesidades de la prole.
La sentencia hace referencia a normas y principios consolidados, como el artículo 3 de la Constitución Italiana, que protege los derechos de los menores, y el artículo 4 de la ley 54/2006, que extiende las disposiciones sobre mediación también a los casos de divorcio. Esto implica que la mediación no debe ser vista como un mero instrumento a utilizar en fase de separación, sino como un enfoque válido también en situaciones de disolución del matrimonio.
En conclusión, la orden del Tribunal de Lamezia Terme del 26 de mayo de 2008 pone de relieve la importancia de la mediación familiar como instrumento de tutela para los hijos menores. La elección de recurrir a expertos para facilitar la comunicación entre los cónyuges es un paso fundamental hacia una resolución pacífica de las disputas familiares. Es esencial que las partes involucradas comprendan el valor de la mediación y se comprometan a trabajar juntas por el bien de sus hijos.