La reciente ordenanza de la Corte de Casación, n. 12717 de 2024, ofrece importantes reflexiones sobre las dinámicas relacionadas con la separación de los cónyuges y la protección de los menores en contextos de alta conflictividad. En particular, la sentencia aborda la cuestión de la custodia en el seno de una familia extensa, estableciendo criterios fundamentales para garantizar el superior interés de los menores involucrados. En este artículo, analizaremos los principales aspectos de la decisión y las implicaciones que conlleva para los derechos de los menores y la responsabilidad parental.
El caso en cuestión se refiere a la separación entre A.A. y B.B., con A.A. que impugnó la atribución de la separación a su cargo y denunció maltratos por parte del marido. Sin embargo, el Tribunal de Monza acogió la solicitud de separación con atribución a cargo de la esposa, destacando la presencia de relaciones extraconyugales y una situación de conflicto familiar. La Corte de Apelación de Milán confirmó esta decisión, estableciendo la custodia de los menores D.D. y E.E. a los Servicios Sociales.
La Corte subrayó que, en situaciones de elevado conflicto entre padres, la custodia a los Servicios Sociales puede representar una medida necesaria para garantizar la estabilidad y el bienestar de los menores. Entre los puntos destacados de la sentencia, emergen los siguientes aspectos:
La Corte de Apelación consideró que la situación perjudicial para los menores requería una intervención directa por parte de los Servicios Sociales, en tutela de su interés superior.
La sentencia n. 12717/2024 representa un importante precedente en materia de derecho de familia, destacando cómo la protección de los menores debe ser el centro de las decisiones jurídicas en contextos de separación y conflicto. Los abogados y los profesionales del sector legal deben prestar especial atención a estas dinámicas, para garantizar que los derechos de los menores sean siempre respetados y tutelados. El nombramiento de un curador especial y la custodia a los Servicios Sociales deben considerarse instrumentos fundamentales para abordar situaciones de alta conflictividad, asegurando así un entorno más estable y seguro para los niños.