La sentencia n.º 11389 del 29 de abril de 2024, emitida por la Corte de Casación, ofrece importantes aclaraciones sobre la aceptación tácita de la herencia. Esta temática reviste una notable relevancia en la gestión de las sucesiones, ya que a menudo los llamados a la herencia se encuentran ante la decisión de aceptar o no el patrimonio dejado por el difunto. La Corte, con el ponente G. Fortunato, ha profundizado en las condiciones necesarias para considerar válida la aceptación tácita, delineando los límites y las peculiaridades de este instituto.
Según la máxima expresada en la sentencia,
Aceptación tácita de la herencia - Condiciones - Cumplimiento de legado con dinero propio del llamado a la herencia o de un tercero - Irrelevancia - Fundamento. Para que se produzca la aceptación tácita de la herencia, no basta que un acto sea realizado por el llamado con la voluntad implícita de aceptar, sino que es necesario que se trate de un acto que él no tendría derecho a realizar si no fuera en calidad de heredero, de modo que es irrelevante la ejecución de un legado por parte del llamado, con dinero propio o de un tercero, porque, al igual que las deudas hereditarias, los legados también pueden ser cumplidos directamente por terceros, sin ningún ejercicio de derechos sucesorios.
Esta máxima aclara que, para considerar una aceptación tácita, el acto debe ser de tal naturaleza que no pueda ser realizado si no en calidad de heredero. En consecuencia, si un llamado a la herencia ejecuta un legado utilizando dinero propio o de un tercero, esto no constituye por sí mismo una aceptación tácita de la herencia. Esta distinción es fundamental para evitar malentendidos en el ámbito de las sucesiones.
La decisión de la Corte de Casación se inserta en un marco jurisprudencial ya consolidado, en el que se ha discutido frecuentemente el tema de la aceptación tácita. Es útil recordar que la normativa italiana, en particular el Código Civil, en los artículos 460 y 476, regula de manera detallada las modalidades de aceptación de la herencia. En particular, el artículo 664 establece que la aceptación puede realizarse de forma expresa o tácita, pero con condiciones específicas que deben respetarse.
La sentencia n.º 11389 de 2024, por lo tanto, no solo aclara las condiciones para la aceptación tácita, sino que contribuye a reforzar la interpretación jurisprudencial en la materia, evitando confusiones y conflictos en sucesiones futuras.
En conclusión, la sentencia n.º 11389 de 2024 representa una importante piedra angular en el derecho sucesorio italiano. Aclara que la aceptación tácita de la herencia no puede deducirse de actos realizados con bienes propios o de terceros, sino que debe derivar de actos que solo un heredero tendría derecho a realizar. Este principio es esencial para garantizar una correcta gestión de las sucesiones y para tutelar los derechos de todos los herederos involucrados. La jurisprudencia continúa evolucionando, y decisiones como la analizada hoy son fundamentales para la claridad y la certeza del derecho en el ámbito de las sucesiones.