Control de pareja: entre la sospecha y el delito

La tentación de verificar las sospechas sobre la pareja instalando una aplicación espía (spy app) o un dispositivo de geolocalización es una realidad extendida, alimentada por la facilidad con la que la tecnología parece ofrecer respuestas. Sin embargo, actuar impulsivamente en estas situaciones puede tener consecuencias legales muy graves. Comprender dónde termina lo lícito y dónde empieza el delito es fundamental para no transformar un problema de pareja en un procedimiento penal. Como abogado penalista en Milán, el abogado Marco Bianucci aborda con creciente frecuencia casos en los que la tecnología, usada de forma impropia, se convierte en el eje de complejas vicisitudes judiciales, con implicaciones tanto penales como civiles, por ejemplo, en el ámbito de una separación o un divorcio.

El marco normativo: cuándo espiar a la pareja se convierte en un crimen

El derecho a la privacidad está rigurosamente protegido por la ley italiana. La idea de que dentro de una relación conyugal o de convivencia este derecho se debilite es un error común pero peligroso. Instalar software espía, grabar conversaciones sin el conocimiento de los presentes o rastrear los movimientos de una persona sin su consentimiento no es una simple violación de la confianza, sino que constituye supuestos específicos de delito.

Interferencias ilícitas en la vida privada (Art. 615-bis c.p.)

Este artículo del Código Penal castiga a quien, mediante el uso de instrumentos de captación visual o sonora, obtenga indebidamente noticias o imágenes relativas a la vida privada que se desarrolle en los lugares indicados en el artículo 614 (domicilio, morada privada y dependencias). Instalar un microespía en casa o una aplicación que active el micrófono del teléfono móvil de la pareja para escuchar sus conversaciones entra plenamente en este supuesto. Es importante subrayar que el delito existe independientemente del contenido de la información obtenida: la simple adquisición ilícita es suficiente para que surja la responsabilidad penal.

Acceso abusivo a un sistema informático (Art. 615-ter c.p.)

Acceder al smartphone, tablet u ordenador de la pareja sin su autorización constituye el delito de acceso abusivo a un sistema informático. Esto es válido incluso si se conoce la contraseña. El bien jurídico protegido es el llamado 'domicilio informático', es decir, el espacio virtual en el que cada individuo conserva sus datos personales. Leer correos electrónicos, mensajes de WhatsApp, hojear la galería de fotos o instalar una spy app son todas conductas que entran dentro de este grave delito, castigado con la reclusión.

¿Son utilizables las pruebas ilícitas en el juicio de separación?

Una de las preguntas más frecuentes se refiere a la utilizabilidad de las pruebas obtenidas ilegalmente, como chats o fotos, en un eventual juicio de separación o divorcio para demostrar la infidelidad del cónyuge. La regla general es que las pruebas obtenidas en violación de la ley no pueden ser utilizadas en el proceso penal. En el ámbito civil, la cuestión es más matizada, pero el riesgo es enorme. Un juez podría decidir no admitir dichas pruebas. Pero, lo que es aún más grave, la persona que las ha presentado en juicio se autodenuncia, de hecho, por los delitos cometidos para obtenerlas, exponiéndose a una denuncia por parte de la pareja y a un consiguiente procedimiento penal.

El enfoque del Estudio Legal Bianucci

Ante situaciones tan delicadas, que entrelazan dinámicas emocionales y complejas implicaciones legales, el enfoque del abogado Marco Bianucci, abogado experto en derecho penal en Milán, se basa en un análisis estratégico y prudente. El estudio no se limita a evaluar la conducta individual, sino que analiza el cuadro completo para definir la mejor línea de actuación, ya sea para defender a quien está acusado de haber cometido un ilícito, o para proteger a la víctima de una violación de la privacidad. El objetivo es gestionar las implicaciones penales y, al mismo tiempo, evaluar las repercusiones estratégicas dentro de un eventual procedimiento civil, protegiendo al cliente de pasos en falso que podrían comprometer su posición.

Preguntas Frecuentes

¿Instalar una spy app en el móvil de mi marido o mi mujer es un delito?

Sí, es una acción que puede integrar varios delitos, entre ellos el acceso abusivo a un sistema informático (art. 615-ter c.p.) y las interferencias ilícitas en la vida privada (art. 615-bis c.p.). El vínculo matrimonial o afectivo no constituye una justificación y no excluye la responsabilidad penal.

¿Los chats de WhatsApp obtenidos a escondidas son una prueba válida para el divorcio?

Generalmente no. Las pruebas obtenidas violando la ley, como acceder a escondidas al smartphone de la pareja, se consideran ilícitas. Aunque un juez civil en teoría pueda valorarlas, el principal riesgo es que su presentación en juicio exponga a quien las ha producido a una denuncia por delitos penales.

¿Qué riesgo corro si me acusan de haber espiado a mi pareja?

Los riesgos son significativos e incluyen una condena penal, que puede comportar la reclusión, además del pago de una sanción pecuniaria y la indemnización por daños morales y materiales causados a la víctima. Una condena penal puede tener además graves repercusiones en la propia vida profesional y personal.

¿Cómo puedo probar que mi pareja me ha espiado?

Si sospecha que es víctima de espionaje informático, es fundamental actuar con cautela. Evite borrar datos o restablecer el dispositivo. La mejor solución es recurrir a un abogado y a un perito informático forense para realizar un informe pericial sobre el dispositivo. Este análisis técnico puede certificar la presencia de software espía y constituir una prueba sólida para una denuncia-querella.

Solicite una Consulta para Proteger Sus Derechos

Las cuestiones relacionadas con el uso de spy apps y la geolocalización de la pareja son complejas y están cargadas de riesgos. Actuar sin una guía legal puede llevar a consecuencias irreparables. Si se encuentra en una situación de incertidumbre, ya sea como potencial víctima o como persona que ha actuado impulsada por la sospecha, es crucial comprender su posición jurídica. Contacte con el Estudio Legal Bianucci en Milán para solicitar una consulta con el abogado Marco Bianucci. Un análisis exhaustivo de su caso es el primer paso para proteger sus derechos y definir la estrategia más adecuada.