La reciente providencia n. 11016 del 24 de abril de 2024 de la Corte de Casación ofrece una importante reflexión sobre el tema de la apertura de crédito en cuenta corriente y la necesidad de probar el crédito concedido por el acreedor. En particular, la Corte se detiene en la modalidad de prueba que puede utilizarse en situaciones en las que la apertura de crédito se estipuló antes de la entrada en vigor del artículo 3 de la ley n. 154 de 1992.
Según la Corte, en caso de apertura de crédito en cuenta corriente, la prueba del crédito concedido puede proporcionarse a través de la llamada prueba por hechos concluyentes. Sin embargo, es fundamental que emerja al menos el importe acordado al titular de la cuenta. Aquí es donde se evidencia un aspecto crucial: la simple tolerancia del banco respecto a los descubiertos del cliente no es suficiente para demostrar el crédito concedido. Este principio es de particular relevancia, dado que en muchas situaciones los titulares de cuentas pueden confiar en la no impugnación del banco para justificar los descubiertos.
CONCEPTO, CARACTERÍSTICAS, DISTINCIONES - EN GENERAL Cuenta corriente con apertura de crédito - Estipulación anterior al art. 3 de la ley n. 154 de 1992 - Crédito concedido - Prueba por hechos concluyentes - Admisibilidad - Límites - Demostración del importe acordado al cliente - Necesidad - Tolerancia del banco a los descubiertos del cliente - Insuficiencia.
La decisión de la Corte de Casación tiene diversas implicaciones prácticas. Aclara que la tolerancia del banco no equivale a una afirmación formal de crédito concedido, y los clientes deben ser conscientes de este aspecto. Además, la sentencia subraya la importancia de una correcta documentación y de una clara definición de los acuerdos entre las partes, para evitar disputas futuras.
En conclusión, la sentencia n. 11016 de 2024 representa una importante aclaración sobre la prueba del crédito concedido en caso de apertura de crédito en cuenta corriente, destacando los límites de la tolerancia bancaria. Los titulares de cuentas deben ser proactivos en la documentación de sus acuerdos y comprender que la mera tolerancia a los descubiertos no constituye prueba de un crédito concedido formal. La jurisprudencia continúa evolucionando en este campo, y las instituciones financieras y los clientes deben mantenerse informados y preparados.