La decisión de separarse o divorciarse es uno de los momentos más complejos y delicados en la vida de una persona, un camino cargado de implicaciones emocionales, personales y económicas. En esta fase de incertidumbre, es fundamental contar con una guía legal que pueda ofrecer no solo competencia técnica, sino también claridad y apoyo estratégico. El objetivo es transformar un período de conflicto en un proceso gestionado con lucidez, protegiendo los derechos de todas las partes involucradas, en particular los de los hijos. Como abogado de familia en Milán, el Abog. Marco Bianucci asiste a sus clientes con un enfoque dirigido a definir soluciones equitativas y sostenibles en el tiempo, sentando las bases para un nuevo equilibrio familiar.
En Italia, el camino que conduce a la disolución del matrimonio prevé obligatoriamente una fase de separación. La ley ofrece dos alternativas principales para gestionarla: la separación de mutuo acuerdo y la contenciosa. La separación de mutuo acuerdo representa la vía preferible, ya que se basa en un acuerdo alcanzado por ambos cónyuges sobre todas las condiciones, desde la custodia de los hijos hasta los aspectos patrimoniales. Este acuerdo se somete luego al tribunal para su homologación. Cuando, en cambio, no es posible llegar a un entendimiento, se debe proceder con la separación contenciosa. En este caso, es el juez quien decide sobre las condiciones de la separación tras un verdadero y propio proceso, basándose en las solicitudes y las pruebas aportadas por las partes. La elección entre los dos caminos influye notablemente en los plazos, los costos y el nivel de conflictividad del proceso.
Cuando la pareja tiene hijos, su protección se convierte en la prioridad absoluta. El principio rector del legislador es el interés superior del menor, que debe garantizarse mediante decisiones ponderadas sobre la custodia, la residencia y el régimen de visitas. Un elemento central es el plan parental, un documento que detalla los compromisos y responsabilidades de cada progenitor en el cuidado, educación e instrucción de los hijos. Definir un plan parental equilibrado y funcional es crucial para asegurar a los menores la estabilidad y la serenidad necesarias para crecer, manteniendo una relación continua y significativa con ambos progenitores. La asistencia legal en esta fase es determinante para estructurar un acuerdo que sea realmente practicable y que prevenga futuros desacuerdos.
Otro aspecto fundamental de la crisis conyugal se refiere a la gestión de los intereses económicos y la división del patrimonio. Las cuestiones a abordar incluyen la determinación de una eventual pensión de alimentos para el cónyuge económicamente más débil y para los hijos, así como la adjudicación de la vivienda familiar. La cuantificación de la pensión no sigue fórmulas matemáticas rígidas, sino que se establece evaluando diversos factores, como los ingresos de los cónyuges, el nivel de vida disfrutado durante el matrimonio y la contribución de cada uno a la vida familiar. Un análisis correcto de estos elementos es esencial para alcanzar un acuerdo económico justo, que permita a ambas partes reorganizar su vida sobre bases sólidas y predecibles.
El enfoque del Abog. Marco Bianucci, abogado de familia con consolidada experiencia en Milán, se basa en la escucha atenta de las necesidades del cliente para construir una estrategia personalizada. El objetivo principal es favorecer, cuando sea posible, una resolución consensuada de la crisis, ya que un acuerdo compartido ofrece mayores garantías de estabilidad y reduce el impacto emocional en toda la familia. En caso de que la vía judicial sea inevitable, el despacho asegura una defensa rigurosa y determinada, gestionando cada fase del proceso con la máxima profesionalidad. La asistencia legal se extiende a clientes de Milán y su área metropolitana, incluyendo zonas como Corsico y Buccinasco, garantizando un profundo conocimiento de las dinámicas del territorio y un apoyo legal dirigido a la resolución concreta y definitiva del conflicto.
Los plazos para una separación de mutuo acuerdo son significativamente más cortos que para una contenciosa. Una vez alcanzado el acuerdo entre los cónyuges y presentado el recurso conjunto, la audiencia ante el presidente del tribunal se suele fijar en pocos meses. Tras la audiencia, si el acuerdo es homologado, la separación se hace efectiva. Todo el proceso puede concluir en un plazo que va, en promedio, de 4 a 8 meses, dependiendo de la carga de trabajo del tribunal competente.
Si los padres no logran alcanzar un acuerdo, se debe proceder con una separación contenciosa. En este escenario, será el juez quien decida sobre las modalidades de custodia y residencia de los hijos, basándose en el principio de su interés superior. El juez escuchará a ambos progenitores, podrá ordenar una pericia técnica judicial (CTU) para evaluar la situación familiar y, si los hijos han cumplido los doce años o son capaces de discernimiento, también podrá escuchar su opinión. La decisión del tribunal buscará garantizar al menor el derecho a la coparentalidad.
La adjudicación de la vivienda familiar es una medida ligada principalmente a la protección de los hijos. Por norma general, el derecho a habitar en la vivienda familiar se concede al progenitor con quien los hijos vivirán de forma predominante (progenitor custodio), independientemente de quién sea el propietario del inmueble. El objetivo es garantizar a los menores la posibilidad de seguir viviendo en su entorno habitual. En ausencia de hijos menores o mayores de edad no autosuficientes, la adjudicación de la vivienda no se produce y la cuestión entra dentro de las normas habituales sobre propiedad y división de bienes.
La pensión de alimentos se abona durante la fase de separación al cónyuge económicamente más débil para garantizarle un nivel de vida análogo al disfrutado durante el matrimonio. La pensión compensatoria, en cambio, se reconoce tras el divorcio y tiene una función diferente: ya no es asistencial y conservadora del nivel de vida, sino predominantemente equitativa y compensatoria. Su propósito es equilibrar las posiciones económicas de los ex cónyuges, teniendo en cuenta la contribución del cónyuge más débil a la formación del patrimonio familiar y personal del otro durante el matrimonio.
Afrontar una separación requiere decisiones importantes que influirán en su futuro y en el de su familia. Por ello, es esencial recibir un asesoramiento legal claro y competente. El Abog. Marco Bianucci está a su disposición para analizar su situación específica, exponerle las opciones disponibles y definir la estrategia más adecuada para proteger sus derechos. Póngase en contacto con el despacho de abogados en Milán para concertar una primera consulta y recibir un análisis en profundidad de su caso.