La sentencia n. 30655 del 6 de junio de 2024, emitida por la Corte de Casación, ofrece importantes reflexiones sobre el delito de pornografía infantil, regulado por el artículo 600-ter del código penal italiano. La Corte abordó una cuestión crucial: la configurabilidad del delito independientemente de la conciencia del menor sobre la producción de material pedopornográfico.
El núcleo de la sentencia es la protección de la libertad sexual y la dignidad del menor. La Corte aclara que la simple producción de material pedopornográfico ya compromete estos bienes jurídicos, incluso si el menor no percibe la ilegalidad de la acción. Este principio se basa en la necesidad de proteger a los menores de experiencias que puedan dañar su integridad psicofísica.
Delito de pornografía infantil - Bien jurídico tutelado - Indicación - Producción de material pedopornográfico - Interacción consciente por parte del menor - Necesidad - Exclusión - Supuesto de hecho. El delito de pornografía infantil a que se refiere el art. 600-ter, primer párrafo, del código penal, al estar destinado a la tutela de la libertad sexual y la dignidad del menor, susceptible de ser comprometida ya por el mero hecho de la producción de material pedopornográfico, es configurable independientemente de la percepción que el menor tenga de dicha producción ilícita. (Supuesto de hecho relativo a la filmación, con una cámara oculta, de las partes íntimas de menores, cubiertas por ropa interior, pero de todos modos visibles).
Esta sentencia representa un importante paso adelante en la jurisprudencia italiana en materia de protección de menores. Reafirma que la protección de los menores no puede estar subordinada a su conciencia de la ilegalidad. De hecho, el reconocimiento de la vulnerabilidad intrínseca de los menores implica que cualquier forma de explotación o abuso no puede justificarse por la falta de conciencia del interesado.
En conclusión, la sentencia n. 30655 de 2024 es fundamental para comprender cómo el derecho italiano está evolucionando para ofrecer una mayor protección a los menores. Pone el acento en un aspecto crucial: la dignidad del menor debe ser siempre tutelada, independientemente de su conciencia sobre los hechos ilícitos. Este enfoque no solo refuerza el sistema jurídico italiano, sino que también se alinea con las normativas internacionales en materia de protección de menores, creando un marco de mayor seguridad y tutela.