La legítima defensa putativa es un tema de gran relevancia en el derecho penal, especialmente en situaciones de conflicto en las que un individuo cree encontrarse en peligro. La sentencia n.º 30608 de 2024, dictada por la Corte de Casación, ofrece ideas significativas para comprender las condiciones que deben cumplirse para que un error de evaluación por parte del agente pueda considerarse excusable. En este artículo, examinaremos los puntos clave de esta resolución, analizando las implicaciones legales y prácticas.
Según lo establecido por la sentencia, el error excusable que conduce al reconocimiento de la legítima defensa putativa debe estar respaldado por una situación concreta y objetiva. Esto significa que, aunque el agente haya malinterpretado la realidad, debe haber una razón válida para su convicción de estar bajo amenaza. En otras palabras, no basta un simple error de juicio: es necesaria una justificación que haga plausible la percepción del peligro.
Legítima defensa putativa - Condiciones para su configuración. En materia de legítima defensa putativa, el error excusable que puede determinar el reconocimiento de la eximente debe encontrar adecuada justificación en una situación concreta y objetiva que, aunque mal representada o comprendida, haya inducido al agente a convencerse de estar expuesto al peligro actual de una ofensa injusta.
Esta máxima pone de relieve la importancia de una evaluación objetiva de la situación. Si un sujeto actúa en defensa propia o de otros, pero el contexto no justifica tal reacción, podría incurrir en responsabilidad penal, a pesar de sus buenas intenciones.
La jurisprudencia ya ha tratado casos similares en el pasado, como lo demuestran las máximas anteriores, que confirman la necesidad de una justificación objetiva para el error excusable. Por ejemplo, las sentencias N.º 4337 de 2006 y N.º 3464 de 2010 han aclarado aún más las normas establecidas por los artículos 52 y 59 del Código Penal, que regulan las causas de justificación y el error de hecho. Por lo tanto, es fundamental que los profesionales del derecho consideren la realidad de los hechos y las percepciones subjetivas de los individuos involucrados en situaciones de defensa.
La sentencia n.º 30608 de 2024 representa un importante paso en la comprensión de la legítima defensa putativa en el contexto del derecho penal italiano. Aclara que la evaluación del error excusable debe estar anclada a elementos concretos y objetivos, evitando interpretaciones puramente subjetivas. Este enfoque no solo ofrece una mayor protección a los individuos que actúan de buena fe, sino que también promueve una jurisprudencia más equitativa y racional, capaz de tener en cuenta las complejidades de las interacciones humanas en situaciones de peligro.