Confiar en un profesional, ya sea un abogado, un contable, un notario o un ingeniero, significa depositar confianza en su competencia y diligencia. Cuando esta confianza es traicionada debido a un error, una negligencia o una omisión, las consecuencias pueden ser graves, causando pérdidas económicas significativas y un profundo sentimiento de frustración. Comprender que se ha sufrido un daño debido a la actuación de quien debería haber protegido los propios intereses es una experiencia compleja. Como abogado experto en indemnización de daños en Milán, el Abogado Marco Bianucci acompaña a quienes se encuentran en esta delicada situación, proporcionando un análisis claro y un apoyo legal dirigido a obtener la justa compensación por el perjuicio sufrido.
La responsabilidad profesional surge cuando un profesional, en el cumplimiento de su encargo, no utiliza la diligencia requerida por la naturaleza de la actividad ejercida, según lo establecido por el artículo 1176, segundo párrafo, del Código Civil. Esta diligencia no es la genérica del 'buen padre de familia', sino una diligencia cualificada, proporcionada a las reglas técnicas y a los conocimientos específicos del sector. El error profesional puede manifestarse como negligencia (falta de atención), imprudencia (actuar sin las debidas precauciones) o impericia (falta de habilidades técnicas específicas). El objetivo de una acción legal es demostrar que dicha conducta ha causado un daño directo y cuantificable al cliente.
El daño indemnizable puede adoptar diversas formas. El más común es el daño patrimonial, que se subdivide en 'daño emergente', es decir, la pérdida económica inmediata sufrida por el cliente (por ejemplo, una sanción fiscal debida a un error del contable), y 'lucro cesante', es decir, la ganancia dejada de obtener a causa del error (como la pérdida de una oportunidad comercial por un asesoramiento legal erróneo). En algunos casos, también puede ser indemnizable la llamada 'pérdida de oportunidad', es decir, la pérdida de la posibilidad concreta de conseguir un resultado favorable, y, en situaciones específicas, el daño no patrimonial, en caso de que el error haya lesionado derechos inviolables de la persona.
Obtener una indemnización por responsabilidad profesional requiere una estrategia legal rigurosa y un profundo conocimiento de la materia. El enfoque del Abogado Marco Bianucci, abogado experto en indemnización de daños, se basa en un análisis preliminar detallado y transparente. El primer paso consiste en examinar toda la documentación disponible para verificar la existencia de los tres elementos fundamentales: el error del profesional, la existencia de un daño concreto y el nexo de causalidad entre ambos. Este proceso a menudo requiere el apoyo de peritos técnicos (CTP) especializados en el sector de referencia, capaces de elaborar informes periciales que acrediten el error y cuantifiquen el daño con precisión.
Una vez verificada la fundamentación de la pretensión, el Estudio Jurídico Bianucci en Milán define la mejor estrategia para proteger los intereses del cliente. El objetivo principal es, cuando sea posible, alcanzar una solución transaccional satisfactoria con el profesional y su compañía de seguros, evitando las dilaciones de un litigio. Sin embargo, si la negociación no conduce a un resultado equitativo, el estudio está preparado para emprender la acción judicial con determinación, gestionando cada fase del proceso para garantizar al cliente el pleno reconocimiento de sus derechos y la justa indemnización por el perjuicio sufrido.
La solicitud de indemnización por daño derivado de responsabilidad profesional prescribe, por lo general, en diez años. Este plazo comienza a contar desde el momento en que el daño se ha manifestado y el cliente ha tenido una percepción objetiva y completa del mismo. Sin embargo, es fundamental actuar con prontitud para reunir todas las pruebas necesarias y no comprometer el resultado de la acción legal.
La demostración del error requiere un análisis comparativo entre la actuación concreta del profesional y el estándar de diligencia y competencia requerido en ese sector específico. La prueba se basa principalmente en documentos como contratos, correspondencia, actos procesales, declaraciones fiscales y, en muchos casos, es crucial un informe pericial redactado por un experto que evidencie de manera inequívoca la violación de las reglas del arte y el nexo causal con el daño alegado.
La ley impone a muchas categorías profesionales la obligación de contar con una póliza de seguro de responsabilidad civil. La existencia de un seguro es una garantía para el perjudicado, pero introduce en la dinámica de la indemnización a un interlocutor cualificado, la compañía de seguros, cuyo objetivo es minimizar la compensación. Por este motivo, es esencial contar con la asistencia de un abogado con experiencia específica, capaz de negociar eficazmente y, si es necesario, afrontar el litigio con la debida preparación.
Comprender si se tiene derecho a una indemnización por responsabilidad profesional requiere un análisis legal profundo y personalizado. Si considera haber sufrido un daño a causa de la negligencia de un profesional, contacte con el Estudio Jurídico Bianucci para una evaluación preliminar de su caso. El Abogado Marco Bianucci, con su consolidada experiencia en materia de indemnización de daños en Milán, le proporcionará una opinión clara y estratégica sobre las acciones más oportunas a emprender para la protección de sus derechos.