La reciente providencia n.º 8749, de 3 de abril de 2024, ofrece importantes reflexiones sobre la gestión de las condiciones resolutorias en los contratos. En particular, subraya cómo el juez debe examinar los incumplimientos de las partes incluso cuando no se verifica el evento futuro e incierto contemplado en el contrato. Este principio tiene relevancia no solo para los profesionales del sector, sino también para las partes involucradas en contratos de diversa índole.
La sentencia se enmarca en un contexto jurídico preciso, remitiendo a los artículos del Código Civil, en particular a los artículos 1353, 1358, 1359 y 1453. Estos artículos delinean el concepto de condición resolutoria y las modalidades de resolución de los contratos por incumplimiento. Pero, ¿qué significa, en esencia, el no acaecimiento de un evento futuro e incierto?
En general. En materia de condición resolutoria, si no se verifica el evento futuro e incierto en ella contemplado, el juez debe tomar en consideración los incumplimientos imputados a efectos de la demanda de resolución y pronunciarse sobre la misma.
Esta máxima evidencia un aspecto crucial: el juez no puede ignorar los incumplimientos contractuales, aunque las condiciones resolutorias no se hayan verificado. Esto significa que si una de las partes ha violado las obligaciones contractuales, el juez está obligado a considerar tales violaciones en su decisión. Es un paso importante hacia una justicia más equitativa, en la que las responsabilidades no pueden eludirse simplemente apelando a una condición no realizada.
La sentencia n.º 8749 de 2024 representa una importante evolución jurídica en materia de contratos. Reafirma el deber del juez de examinar los incumplimientos de las partes, ofreciendo una mayor protección a quienes puedan resultar perjudicados por comportamientos incorrectos. En un contexto en el que los contratos son el pan de cada día, comprender estos principios se vuelve fundamental para tutelarse adecuadamente. Por lo tanto, es esencial que las partes contractuales sean conscientes de sus derechos y deberes, para evitar controversias y garantizar el correcto cumplimiento de las obligaciones asumidas.