Enfrentar la sospecha de que un hijo pueda ser víctima de abusos, físicos o psicológicos, representa sin duda una de las situaciones más angustiantes y complejas que un padre o madre pueda vivir. La prioridad absoluta se convierte en la seguridad inmediata del menor, equilibrada por la necesidad de actuar con extrema prudencia legal para evitar pasos en falso que podrían comprometer la protección del propio niño. Como abogado de familia en Milán, el Abog. Marco Bianucci comprende profundamente la delicadeza de estas circunstancias, donde la prontitud de la intervención debe unirse a una estrategia jurídica impecable para proteger la integridad psicofísica del menor.
El ordenamiento jurídico italiano prevé instrumentos específicos e incisivos para la protección de los menores en situaciones de peligro. Cuando surgen indicios de abuso o maltrato, el derecho de familia se cruza inevitablemente con el derecho penal. El Código Civil, a través de los artículos 330 y 333, permite solicitar al Tribunal de Menores medidas restrictivas o extintivas de la responsabilidad parental, hasta la decadencia de la misma en los casos más graves. Paralelamente, el artículo 403 del Código Civil permite a la autoridad pública intervenir de urgencia para colocar al menor en un lugar seguro si existe un grave peligro para su integridad.
Es fundamental comprender que la mera acusación, si no está respaldada por elementos concretos o indicios graves, precisos y concordantes, podría no ser suficiente para modificar inmediatamente el régimen de custodia y visitas. Los jueces deben equilibrar el derecho del menor a la bimentalidad con la necesidad de protección. Por este motivo, las investigaciones, a menudo apoyadas por peritajes psicológicos (CTU) y por la escucha protegida del menor, juegan un papel crucial en el esclarecimiento de la verdad. La normativa tiene como objetivo interrumpir inmediatamente las conductas perjudiciales, pero requiere un proceso probatorio riguroso para adoptar medidas definitivas.
El Abog. Marco Bianucci, abogado experto en derecho de familia y protección de menores en Milán, aborda estos casos con un enfoque que prioriza la urgencia y la máxima confidencialidad. La estrategia del despacho se basa en un análisis preliminar inmediato de los elementos disponibles para evaluar la existencia de los presupuestos para un recurso de urgencia. No se trata solo de presentar un acto legal, sino de construir una red de protección alrededor del niño, colaborando cuando sea necesario con consultores técnicos de parte, psicólogos infantiles y médicos forenses para cristalizar las pruebas sin someter al menor a un estrés adicional.
Como abogado de familia con sólida experiencia en casos de alta conflictividad, el Abog. Marco Bianucci guía al progenitor a través de los complejos procedimientos del Tribunal de Menores y del Tribunal Ordinario. El objetivo es obtener medidas cautelares inmediatas, como la suspensión de los encuentros con el progenitor sospechoso de abuso o la institución de encuentros protegidos en presencia de los Servicios Sociales, garantizando que cada acción legal esté enfocada exclusivamente en el superior interés del menor. La firmeza en la acción legal se acompaña siempre de una profunda sensibilidad humana, necesaria para apoyar al cliente en un momento de extrema vulnerabilidad.
La primera acción es poner a salvo al menor y dirigirse inmediatamente a un abogado experto para evaluar la situación. Si hay signos físicos evidentes o relatos circunstanciados, es necesario acudir a Urgencias pediátricas para un examen médico y, posteriormente, presentar una denuncia ante las autoridades competentes. Es crucial no interrogar obsesivamente al niño para no contaminar los recuerdos o crear falsas alarmas, dejando que sean los especialistas quienes recojan su testimonio en un entorno protegido.
Interrumpir arbitrariamente los contactos entre el hijo y el otro progenitor, en ausencia de una resolución judicial, expone al riesgo de denuncias por sustracción de menor o por incumplimiento doloso de una orden judicial. Sin embargo, en situaciones de peligro grave e inminente para la integridad del niño, la jurisprudencia reconoce el estado de necesidad. Es indispensable que tal decisión sea seguida inmediatamente por un recurso de urgencia ante el Tribunal para ratificar la elección y proteger legalmente al menor.
La determinación se realiza habitualmente a través del incidente probatorio en sede penal o la escucha protegida del menor en sede civil, a menudo con la ayuda de una Consultoría Técnica de Oficio (CTU). Psicólogos expertos evalúan la credibilidad del menor y las capacidades parentales. El Abog. Marco Bianucci, abogado experto en derecho de familia, se vale de consultores de parte cualificados para supervisar la corrección de estas operaciones periciales y garantizar que la voz del menor sea interpretada correctamente.
Los plazos varían en función de la gravedad del caso y del tribunal competente, pero en situaciones de peligro comprobado, es posible obtener medidas provisionales y urgentes (inaudita altera parte) incluso en cuestión de pocos días o semanas. La prioridad del sistema judicial en estos momentos es la protección física del menor, motivo por el cual los procedimientos de urgencia tienen una vía preferencial respecto a los procedimientos ordinarios.
Si sospecha que su hijo está en peligro o necesita protección legal inmediata por cuestiones de custodia y abuso, no espere más. La prontitud es el factor determinante para la seguridad del menor. Contacte al Abog. Marco Bianucci para una evaluación preliminar de su caso en el despacho de Milán. Juntos definiremos la estrategia más eficaz para proteger a sus seres queridos con la competencia y la discreción que la situación requiere.